Traidor en el Infierno


Título original: Stalag 17
Año: 1953
Duración: 120 min.
País:  Estados Unidos
Director: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder & Edwin Blum (Teatro: Donald Bevan & Edmund Trzcinski)
Música: Franz Waxman
Fotografía: Ernest Laszlo (B&W)
Reparto: William Holden, Don Taylor, Otto Preminger, Robert Strauss, Harvey Lembeck, Richard Erdman, Peter Graves, Neville Brand, Sig Ruman, Michael Moore, Peter Baldwin, Robinson Stone, Robert Shawley, William Pierson
Productora: Paramount Pictures
Género: Drama. Comedia. Intriga | II Guerra Mundial. Drama carcelario


Sinopsis

Durante la Segunda Guerra Mundial, en un campo de prisioneros alemán, unos seiscientos sargentos americanos comparten el barracón 17. En Nochebuena, dos de ellos se disponen a fugarse, pero son descubiertos y ejecutados por soldados alemanes que estaban al acecho. Los prisioneros empiezan a sospechar que en el barracón hay un traidor que informa a los nazis y llegan a la conclusión de que ese traidor es el sargento Sefton, un hombre más bien cínico y flemático, que vive bastante bien a base de canjear provisiones con los soldados alemanes. (FILMAFFINITY)


Crítica por Gabriel Martínez

Que cualquiera pueda contar una historia es algo obvio. Que cualquiera pueda contar una historia bien contada, sin apelar a las emociones creando estúpidos maniqueísmos y regocijándose en los tópicos, no es nada sencillo, y mucho menos tratando un tema como el nazismo y tan sólo ocho años después de la II Guerra Mundial.

Por si esto fuera poco, Billy Wilder, que perdió a su familia en Austwitz, es el encargado de dirigir esta cinta, basada en una obra teatral, donde muy lejos de juzgar nazis y ensalzar héroes aliados, algo que por su parte estaría más que justificado, dinamita e ironiza a todos por igual, desde el soldado más raso hasta el coronel nazi, de forma inteligente y busrlándose del lugar donde confluyen todos esos personajes, un campo de prisioneros y, ya de paso, la guerra en sí misma.

Wilder va más allá de la simple película de buenos y malos, demostrando que, aunque la comedia ha sido su indiscutible punto fuerte, sabe dominar todos los géneros. En la cinta se mezcla el drama, la comedia negra y el suspense, de forma sutil y sin fisuras.

La manera de tratar a los personajes, sin olvidar la teatralidad, es otro de los puntos fuertes del film; todos ellos están dotados de rasgos que los hacen protagonistas de su momento, donde destaca la figura de uno de los mejores personajes de la historia del cine: el carismático y cínico sargento Sefton, interpretado por un William Holden ganador del Oscar por este papel. Además, como anécdota, el cineasta de origen  judeo-austriaco Otto Preminger, amigo de Wilder y director de la obra maestra del cine negro Laura (1945), da vida al coronel nazi en una de sus contadas apariciones delante de la cámara.

Una obra necesaria y muy valiente para la época en la que está realizada, de la que muchos deberían aprender.

Valoración (sobre 10): 8

Gabriel Martínez Ruibal

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