Nightcrawler


Título original: Nightcrawler
Año: 2014
Duración: 113 min.
País:  Estados Unidos
Director: Dan Gilroy
Guión: Dan Gilroy
Música: James Newton Howard
Fotografía: Robert Elswit
Reparto: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Riz Ahmed, Bill Paxton, Kevin Rahm, Ann Cusack,Eric Lange, Anne McDaniels, Kathleen York, Michael Hyatt
Productora: Open Road Films / Bold Films
Género: Thriller | Crimen. Periodismo. Televisión. Sátira. Thriller psicológico.Trabajo/empleo


Sinopsis

Tras ser testigo de un accidente, Lou Bloom (Jake Gyllenhaal), un apasionado joven que no consigue encontrar trabajo, descubre el mundo del periodismo criminalista en la peligrosa ciudad de Los Ángeles. (FILMAFFINITY)


No vemos basura, somos basura

Las deshumanizadas calles de Los Ángeles son el escenario del debut en la dirección de Dan Gilroy, hermano del guionista de la saga Bourne y director de Michael Clayton (2007), Tony Gilroy, con el que escribió El Legado de Bourne (2012).

Nightcrawler se nos presenta como un retorcido retrato de la sociedad (¿americana?) donde el hombre se convierte, casi literalmente, en lobo para el hombre. Con tintes de neo-noir, la película fluye pausadamente a través de los ojos del protagonista, que serán nuestros ojos durante todo el metraje. Lou Bloom, un sociópata que recuerda en cierto modo al Travis Bickle de Taxi Driver (1976), de inexpresividad irónica, inquietante y obsesivo, interpretado por un Jake Gyllenhaal que demuestra una vez más que no hay papel que se le resista. A éste le acompañan Riz Ahmed, visto en Four Lions (2010), el eterno secundario Bill Paxton (de Apolo XIII a Titanic), la mayor y más desconocida de los Cusack, Ann Cusack, y el regreso a la gran pantalla de Rene Russo.

NIGHTCRAWLER
Jake Gyllenhaal y Rene Russo en una escena de la película.

La ambición humana se convierte en un arma mortífera, capaz de pasar por encima de cualquier cosa para conseguir un fin. La sangre y la muerte son mercancías en un mundo donde la moral se sustituye, sin ningún tipo de escrúpulos, por la audiencia. Un habilidoso guión que consigue el difícil reto de hablar del morbo sin caer en el morbo, gracias también al manejo de la cámara y a unos planos que sin mostrarnos mucho nos enseñan todo. Imágenes impactantes que lejos de ser exageradas, o parecer Ciencia-Ficción, se nos hacen demasiado reales.

La música y una acertadísima dirección en las escenas de persecuciones, nada efectistas, son otros de los puntos fuertes de una película tan crítica con el sistema como con nosotros mismos. Y es que no es sólo una brutal llamada de atención a los medios, si no al consumidor, tan culpable como el que lo produce, que busca el dolor ajeno como mero espectáculo sin que le importe el suceso en sí. ¿O acaso no es igual de despreciable el que graba una muerte que el que la mira?

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Gyllenhaal como Lou Bloom.

De esta forma se hace ver que Gilroy no juzga, ni da solución. Expone los hechos, alejándose a su vez de cualquier detalle que implique esa hipócrita moralina americana (y no tan americana) a la que nos tienen acostumbrados. Porque ante lo evidente no es necesaria ninguna justificación.

Valoración (sobre 10): 8

Gabriel Martínez Ruibal

Gabriel Martínez ha escrito 143 artículos en Ciempiés.

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