Sherlock: La novia abominable

La mítica pareja ambientada en el Londres de la Inglaterra invadida por las neblinas y la contaminación ha reaparecido por vacaciones, como si del fantasma de las pasadas Navidades se tratase. En este caso ha decidido ponerse la skin del personaje original y contar con los mismos medios con los que contaba el auténtico Sherlock Holmes que construyó Conan Doyle a finales del XIX.

En esta ocasión podremos ver a la pareja investigando sobre el espeluznante caso de “La novia abonimable”, y no, no hablamos sobre la pareja íntima del abominable hombre de las nieves, sino sobre el curioso caso de lo que parece ser un asesinato de ultratumba.

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Martin Freeman en un fotograma del especial

El Sherlock de la BBC siempre ha sobresalido sobre el resto de adaptaciones por el magnífico trabajo que hace la pareja protagonista, Martin Freeman y Benedict Cumberbatch, que saben coger los hilos del personaje y ejecutar de manera impecable cada uno de los gestos, gritos y expresiones, y en esta ocasión, aun cambiando radicalmente el escenario, no iba a ser menos.

De hecho tengo que decir que me ha gustado más que la serie original, que disfruta de un notable sobrado. Seguramente sea por la recreación de una época pasada de una manera tan cuidada que, además de mantenernos enganchados por los giros en la trama, nos deleita con pequeños guiños hacia el Sherlock que todos leímos en el pasado.

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«Los fantasmas no existen en este mundo, salvo aquellos que son de cada uno.»

No hay que olvidar el ejercicio creativo de dirección, que nos muestra a la perfección cada escama de piel en la que se fija la lupa del detective. El trabajo de dirección en este caso construye sobre la nada el escenario del crimen y nos sumerge en la incógnita, como si de una partida de tetris se tratase.

Por último mencionar el trabajo de guion que es el que nos mantiene pegados al sofá/la silla/la caja de cartón. En esta ocasión nos hará creer demasiado y nos quitará un poco. Siento la utilización de estas frases, pero decir más sería despellejar el capítulo.

Quedémonos con lo esencial y concluyamos de una vez por todas. Hay que decir que la redacción ha visto el episodio sin visionar impresiones ajenas para que su criterio no se contaminase en absoluto, pero también hay que decir que mis impresiones son similares al resto. La construcción del trabajo se gana el notable muy muy alto y hay que destacar de nuevo el trabajo de los protagonistas y de la construcción de los escenarios. De película. Si todavía no lo has visto, ¿a qué esperas?

Javier Sólvez

Javier Sólvez López ha escrito 219 artículos en Ciempiés.

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