Lo histórico mola: Análisis de las mejores series históricas (1)
Lo histórico mola: Análisis de las mejores series históricas
¿Quién dijo que la historia era aburrida? Para gran parte de los mortales la historia ha sido siempre sinónimo de muermo absoluto, de un texto “chapa” que trataba los conflictos de tiempos remotos que, en apariencia al menos, nada tenían que ver con la actualidad. ¡Qué equivocados estaban! Pero bueno, supongo que para gustos los colores…
En cambio, a quienes disfrutamos de la “chapa” nos da un poco igual en que formato se nos presente, eso sí, luego a cada uno le interesan más unas épocas que otras. Pero aquellos a quienes las letras no les entran con demasiada facilidad, es bastante lógico que vean la historia como algo muerto, irrelevante e incluso innecesario, bien porque no le ven utilidad en la práctica (que la tiene) o bien porque no logran engancharse con lo que se cuenta y desarrolla en la misma. En este sentido las series televisivas de carácter histórico han sido una forma excelente de poner en conocimiento de un público amplio el contexto, estilo de vida y vivencias de los pasajes más importantes de nuestro pasado, empleando para ello tramas intrigantes que mezclan conflictos políticos y personales con numerosas escenas de sexo bastante explícito así como episodios de guerras o luchas sangrientas. De esta forma han logrado captar la atención de una amplia gama de espectadores además de lograr, con bastante buen resultado, que el pasado cobre vida ante los ojos de quienes permanecen atentos a sus pantallas esperando deseosos el próximo episodio.
En los últimos años se han realizado series de todo tipo que representan etapas muy diversas de nuestra historia, pasando por los grandes imperios de la antigüedad (sobre todo Roma) a diferentes etapas del medievo o del renacimiento, principios del siglo XX, etc… Además, viendo el gran tirón y éxito de este género de las grandes producciones extranjeras, se le sumaron también las apuestas “a la española” en cuanto a series de este calibre. Peguemos un breve vistazo.
- Sobre el imperio romano.
Roma:
La HBO presentó esta serie en 2005 calificándola como “la mejor serie basada en los tiempos antiguos”. Y sí, realmente fue la primera gran producción del mundo de la televisión en cuanto a este género, gastándose 100 millones de dólares solo en la primera temporada y aumentando la cifra en la siguiente.
La serie muestra la transición de la República de Roma al gran Imperio Romano desde la perspectiva de numerosos personajes muy bien perfilados. La serie estuvo un par de años en antena, finalizando en 2007 con un total de 2 temporadas y 22 episodios. El rigor histórico es aceptable y la trama bastante interesante, mezclando la situación política de aquel entonces con las vivencias personales de los personajes principales. Aunque sí que es verdad que a medida que la serie va avanzando puede percibirse como capítulo a capítulo se va convirtiendo más bien en un culebrón donde la realidad histórica pasa a un segundo plano para centrarse más en los líos de faldas.
Spartacus:
El año 2010 se presentó una serie llamada “Spartacus: Sangre y arena” que constaba de 13 episodios. Se trataba de una adaptación de la historia del famoso gladiador Espartaco, quien desafió a Roma comandando un ejército en su contra que finalmente fue derrotado, aunque en “Sangre y arena” tan solo se muestre la conversión del esclavo Espartaco en un famoso gladiador y su posterior revelación en el último capítulo. Después, en el año 2011 se emitió la precuela llamada “Dioses de la arena” para continuar con el primer argumento en 2012 con la segunda temporada llama “venganza” y finalizarla al año siguiente con “La guerra de los condenados”.
El rigor histórico de esta serie es más que discutible, por no decir que muchos la criticaron fuertemente por mostrar demasiadas escenas de sexo muy explícitas (a veces rozando el soft porn) además de una violencia increíblemente sangrienta. Desde luego ésta es la única razón por la que esta serie triunfó tanto, aunque tampoco hay por qué sorprenderse puesto que cumple lo que promete de principio a fin.
Hispania e Imperium:
Se trata de la apuesta española por este género que comenzó el año 2010 con “Hispania, La leyenda”, serie producida por Bambú Producciones para la cadena Antena 3 de las que se hicieron tres temporadas, la primera de nueve capítulos, la segunda de ocho y la tercera con tan solo tres. En cuanto al argumento, la serie narra la historia de Viriato, un guerrero lusitano que intento liberar a su pueblo de la invasión romana de Hispania durante el siglo II a.C.
La segunda serie, Imperium, se trata de la precuela de Hispania, La leyenda. La primera temporada constaría de 13 episodios que se redujeron a 6 por no querer arriesgarse ante una posible mala recepción por parte del público, aunque efectivamente ahí se quedó la cosa puesto que la serie fue cancelada.
El argumento de ambas series es bastante fiel a la verdadera historia con, como es evidente, pinceladas de ficción que la hacen más accesible e interesante para todo el público. Hispania obtuvo mejor recepción por parte del público que Imperium, aunque según la crítica especializada esta última tenga un argumento mucho más trabajado e interesante además de mayor rigor histórico, cosa que personalmente considero verdad, puesto que Imperium sigue bastante los pasos de la serie Roma y resulta menos previsible que Hispania.
Medievo y Renacimiento:
Vikings:
Increíble serie ambientada en el siglo VIII d.C. que relata las aventuras del famoso vikingo Ragnar Lodbrok, uno de los héroes más famosos de la cultura nórdica. Esta serie viene de la mano de la cadena History Channel y del productor Michael Hirst, autor de la exitosa serie Los Tudor. Vikigs ya va por la cuarta temporadas, las cuales han sido un gran éxito mundial, tanto, que ha sido comparada en ocasiones con Juego de Tronos.
El rigor histórico en cuanto al estilo de vida y ambientación del contexto vikingo es muy acertado, casi absoluto, si no fuera porque adaptan un poco las sagas originales (que es donde recoge esta leyenda) para acercarlas a la realidad, ya que éstas mezclan con demasiada ligereza la realidad con la fantasía.
Los personajes son fantásticos, muy bien perfilados y con relaciones complejas bien definidas entre la mayoría de ellos. Además, se muestra muy bien el contraste de culturas así como numerosas contracciones y replanteamientos espirituales por parte de más de un personaje debido a ese choque de religiones.
Los Tudor:
Exitosísima serie rodada en Irlanda basada en el reinado de Enrique VIII de Inglaterra, con Jonathan Rhys-Meyers en el papel principal. Con cuatro temporadas de más o menos 10 capítulos cada una, se emitió durante los años 2007 y 2010.
La serie es intrigante y consigue enganchar desde el primer capítulo, por no decir que la ambientación, vestuario e incluso el lenguaje están muy bien cuidados. Pese a ello, a lo largo de la serie pueden observarse numerosas imprecisiones históricas en cuanto a los verdaderos hechos que seguramente se hayan realizado a propósito para poder adaptar mejor el argumento a la televisión y hacerlo atractivo para la gente. De todas formas dichos fallos solamente serán percibidos por aquellos que conozcan la verdadera historia, el resto ni se enterarán.
The Borgias:
Se trata de una serie dramático-histórica de producción canadiense que narra la historia de la familia Borgia, una familia noble de origen aragonés instalada en Italia que fue muy influyente durante el renacimiento. Familia conformada por el papa Alejandro VI y Vannozza de Cattanei, junto a sus hijos César, Lucrecia, Juan y Gioffre Borgia.
La serie se parece mucho a Los Tudor, solo que con una historia diferente y que en lugar de cuatro temporadas ésta tiene tres. El vestuario y la ambientación así como el reparto son excelentes, puesto que, entre otros, tienen ni más ni a menos que Jeremy Irons haciendo el papel de papa Alejandro VI.
En la serie hay mucho asesinato, sexo y ¿ya he dicho sexo? Por no comentar la relación incestuosa que se acaba dando entre Lucrecia y César Borgia… Por lo menos la serie te mantiene en intriga, las cosas como son.
Isabel:
Otra apuesta “a la española” por este género, producida por Diagonal TV y emitida en La 1 de TVE, que tiene como protagonista a la actriz Michelle Jenner en el papel de Isabel la Católica y al actor Rodolfo Sancho en el papel de Fernando. La serie consta de tres temporadas y en general está bastante bien, no vamos a negarlo. La serie obtuvo críticas algo negativas teniendo en cuenta que los reyes católicos tenían 13 y 14 años cuando se conocieron, siendo Isabel más mayor que Fernando, y en la serie aparecen los dos siendo ya mayorcitos, sobre todo Fernando. De todas formas, este detalle no echa a perder toda le serie ni muchísimo menos, puesto que resulta entretenida y bastante intrigante dentro de lo cabe, aunque dando mi más sincera opinión, no es ni de lejos la mejor serie del género.
Siglos XIX y XX
Downton Abbey:
Gran serie británica de éxito mundial producida por Carnival Films y NBC universal que empezó a emitirse en 2010 y que finalizará este año con la sexta y última temporada. Siendo un drama-histórico, la trama se sitúa en las primeras dos décadas del siglo XX, relatando la vida de varios aristócratas de la época además de ir mostrando los diversos sucesos que marcaron aquel periodo, tales como el estallido de la Primera Guerra Mundial, el hundimiento del Titanic, la epidemia de la gripe española, la formación del Estado libre Irlandés, etc…
La serie ha sido galardonado con varios Emmys (los Oscar de la televisión), entre ellos el de mejor miniserie de TV o el premio a mejor actriz de reparto para Maggie Smith, consagrada actriz muy conocida entre el público juvenil por haber encarnado a la profesora McGonagall en la saga de películas Harry Potter.
Downton Abbey también ha sido la serie británica más cara hasta el momento, ya que solo en la primera temporada se gastaron una media de 2 millones de libras por episodio.
Gran hotel:
Serie española producida por Bambú producciones para Antena 3. Podría decirse que viendo el enorme éxito de Downton Abbey, aquí también se decantaron por el mismo género. De hecho, la trama de Gran Hotel se sitúa exactamente en la misma época que la serie británica, con la única diferencia de que esta vez el argumento gira en torno a un lujoso Hotel y no a una especie de palacio.
Aun así, la serie fue un enorme éxito de audiencia durante las tres temporadas que estuvo en antena y ha servido, además, de inspiración para que cadenas de otros países apuesten por hacer una versión de la misma historia.
Continuará…
