«The Beatles: Eight Days A Week – The touring years»: Tan contundente como convencional

Nota:

Caras desencajadas del público femenino mientras sobre el escenario McCartney, tocando el bajo a mano izquierda, canta el “Can’t buy me love”: una imagen que retrata a la perfección el fenómeno fan creado a partir de la consagración de una de las bandas, o La Banda, más influyente de la música del siglo XX. Así es como Ron Howard ha querido plasmar, desde un punto de vista más norteamericano que el debido, los inicios del cuarteto de Liverpool más conocido como The Beatles.

Un recorrido desde sus primeras actuaciones en The Cavern Club en su ciudad de origen hasta su último concierto en el Candlestick Park de San Francisco, donde no sólo nos muestra el griterío y la locura desinhibida que causaban entre el público sino las propias impresiones de los protagonistas, marcadas por cierta incredulidad humilde y mucha ironía. Gente sencilla que quería hacer su música y poco más, como comenta Paul McCartney al decir que si supiesen porqué gustan sus canciones serían managers.

McCartney, Harrison, Starr y Lennon sobre el escenario.

Un documental que muestra esa parte de la historia estadounidense de los años 60 marcada por el asesinato de Kennedy, la guerra de Vietnam y la segregación racial de algunos estados del sur; una sociedad a la que se le acusa el cambio en buena parte al ritmo beatle con su contribución a la apertura y la paz. Así se cuenta en el documental como se negaron a actuar en Jacksonville (Florida), donde por entonces los negros no tenían permitido compartir espacio con los blancos.

El fenómeno fan desde dentro, con la aparición de Whoopi Goldberg rindiendo tributo a sus “ídolos blancos”, o Sigourney Weaver recordando sus años adolescentes de enamorada de Lennon, junto con imágenes inéditas del conjunto, que nos muestra además a unos Beatles más íntimos y cercanos, sus relaciones entre ellos a partir de entrevistas con Paul McCartney y Ringo Starr, que comparten la visión actual que tienen del grupo, e imágenes de archivo de John Lennon y George Harrison. En este aspecto, el trabajo de documentación, incluido el conseguir grabaciones de fans de los conciertos y tratamiento de las imágenes, es impecable.

Es un documental contundente, bien estructurado y con muy buen ritmo, nunca mejor dicho, que emocionará a fans, sobre todo los que hayan podido disfrutarla en la gran pantalla donde se pueden ver 30 minutos del concierto que tuvo lugar en el Shea Stadium de Nueva York en 1965. Sin embargo, no es una obra arriesgada, ni cuenta nada nuevo, algo que tampoco es fácil hablando de un grupo del que nunca se deja, ni dejará, de hablar. Ron Howard firma un trabajo tan convencional, aunque efectivo, como el resto de su filmografía.

Gabriel Martínez Ruibal

Gabriel Martínez ha escrito 143 artículos en Ciempiés.

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