“La Doncella (The Handmaiden)”; Park Chan-wook se reafirma como uno de los mejores directores de la actualidad

Nota:

Tras sorprendernos con títulos como Stoker o la aclamada, y con razón, Oldboy, el director sudcoreano regresa con una propuesta muy diferente a las anteriores nombradas. Mantiene ese halo de misterio repleto de importantes revelaciones, pero esta vez contando una historia más humana, con menos psicópatas pero igualmente sobre un tema: el amor.

«¿Amor?», os preguntaréis. Sí, amor. Sus títulos son siempre una oda al amor desde distintos puntos de vista, pero siempre está éste muy presente, y sin el cual no tendrían sentido sus historias. Aquí no hay que indagar mucho para encontrarlo, pues en momentos mantiene una estructura casi idéntica al de una película romántica, pero un poco más subida de tono.

Narra la historia de dos chicas jóvenes, criada y señora, las cuales emprenden un apasionado viaje juntas hasta encontrar unos sentimientos prohibidos que deberán mantener ocultos. Pero ya no solo eso, sino que todo gira en torno a una historia de engaños y constantes giros de guion. Cuando llegas a los primeros cinco minutos el director coreano ya te ofrece una de las primeras revelaciones que obligan a cambiar la percepción de las protagonistas. Pero no se detiene ahí, sino que insiste en sorprender una y otra vez con nuevas informaciones que se contraponen a las anteriores absorbidas. Un divertido juego en el que Park Chan-wook nos obliga a jugar, pues somos los espectadores la pieza clave, y el resultado es perfecto gracias en parte a las insuperables interpretaciones de todo el elenco.

Hay una pega que es fácil de poner aunque yo no lo veo como algo negativo, pero las mentes más tradicionales no dudarán en sacar el tema a la hora de hablar de la peli, y es que tiene un alto contenido erótico. Los que conocemos su obra sabemos que siempre ha habido ciertas escenas, pero estas con mucho más explícitas y largas de lo que nos tenía acostumbrados. ¿Son gratuitas? No lo creo, pues son una forma increíblemente bella de mostrar la pasión existente entre las dos protagonistas. No veremos una vaga excusa por sacar carne como en La vida de Adele, por ejemplo, sino que las compone como recurso claramente artístico, a modo de óleo que acompaña un relato.

Está construida la historia de tal forma que realmente nos cuenta una breve situación, pero desde diferentes puntos de vista para mostrar que todo es más grande de lo que aparenta y nada está hecho al azar. Se presenta en tres atractivas partes diferenciadas, las dos primeras abarcando el mismo período de tiempo y la tercera a modo de desenlace largo, en el que se continúa jugando con las situaciones anteriores.

De la fotografía podríamos hablar durante horas, pues Park Chan-wook se caracteriza por sus cuidados planos que te dejarán los pelos de punta, acompañados de barridos imposibles y largas secuencias trabajadas, que demuestran un alto presupuesto que se agradece, pues no todo es Hollywood. Además, la música que acompaña toda la película es insuperable. Imposible que no se te pongan los pelos de punta con el acertado hilo sonoro de escenas como la del muro.

En definitiva, un film nuevamente magnífico de este brillante director que se aproxima mucho a la calidad de Oldboy pero mucho más maduro. Espero sinceramente que se distribuya bien en España, pues es de lo mejor que se ha hecho este año.

J. Justo Moncho

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  • Angel Urrutia Hurtado

    Como bien comentáis, es de lo mejor del año. Gran película, con especial mención a su fotografía.

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