«Crisis en seis escenas»; Una historia menor con esencia de Woody Allen

Woody Allen reconoció que no fue de su agrado grabar para televisión y confesó que jamás volvería a hacer nada parecido. Yo sé por qué lo dice, al menos ahora le entiendo. Viniendo del bueno de Woody nos puede parecer una tontería típica de un genio que no está satisfecho con su trabajo por querer dar la perfección hecha serie, pero al comenzar a ver el segundo e incluso el primer capítulo nos damos cuenta de la razón de sus declaraciones en contra de este proyecto.

La miniserie no es que parezca otra cosa lejana a lo que ha hecho en multitud de ocasiones el director; conversaciones constantes sobre la moralidad de los hechos, cultura escrita y pintada en un oleo en las lineas de diálogo, charlas distendidas sobre los regímenes de la época y la crítica de la guerra de turno, infidelidades apasionadas atraídas normalmente por una gran mente. Todo este material, que hace normalmente por sí solo una película de Allen, está plasmado en los seis capítulos que dura la ficción, pero de una manera muy temprana y mal hecha. Se podría tratar perfectamente de un producto dirigido por un don nadie que ha querido imitar al gran Woody Allen y que no le ha llegado si quiera a los talones.

Las interpretaciones del director y compañía son adecuadas al momento y Miley Cyrus desempeña un trabajo correcto que ni mucho menos salva a la ficción, desarrollado adecuadamente, pero falta algo. No es culpa de nadie, es culpa de todo, en general, algo falla en este trabajo del icónico director.

Podría perfectamente contarse como una película más de su filmografía por la corta duración de los capítulos que hace que su visionado sea el mismo al de una película (capítulos de veinte minutos que hacen la totalidad de unas dos horas). Quizá lo que peor ha llevado el director ha sido reestructurar su esencia capítulo a capítulo, intentando jugar con cada uno de los finales. Trabajo complicado si tenemos que hacerlo cada veinte minutos una vez, y otra vez, y una vez más.

Woody Allen no volverá a televisión, y yo que me alegro. Al menos la ficción no se hace pesada por el ritmo desenfrenado de los hechos, pero analizando en profundidad nos encontramos con un trabajo que no nos aporta nada nuevo. Alguna frase icónica típica de Allen, humor crítico con la sociedad y un proyecto más cercano a Vicky Cristina Barcelona que a Días de radio o  Medianoche en París.

Javier Sólvez

Javier Sólvez López ha escrito 219 artículos en Ciempiés.

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