La sitcom que deberías estar viendo

Nota:

Tras los 90 y el auge de la comedia de situación, llegaron a nuestras pantallas miles de sitcoms cada cual peor y menos original que la anterior. Esto se puede apreciar en la pérdida de calidad de series como Cómo conocí a vuestra madre, la cual tras nacer como una ficción renovadora que bebía de las mejores del género como Seinfeld, Cheers y, sobre todo, Friends, temporada tras temporada fue volviéndose más tediosa. Del mismo modo, la falta de originalidad se aprecia al alargar hasta lo absurdo los productos que han funcionado, como Big Bang TheoryDos hombres y medio, por un obvio miedo a renovarse y apostar por nuevas obras sustitutas.

Para quien no sepa qué es una sitcom (comedia de situación), es aquella serie de humor escrita y rodada al más puro estilo teatral, con aproximadamente 3 escenarios fijos, donde suele desarrollarse gran parte de la trama, y que suelen ser grabadas ante la presencia del público o, para simular esto, se les añade risas y aplausos enlatados. El caso más conocido es el de Friends, pero aquí en España también hemos podido disfrutar de gran número, destacando por su relevancia la serie 7 vidas.

El caso es que esta temporada nos ha llegado desde Estados Unidos, de la mano de la cadena NBC, una obra que demuestra que el género no está muerto ni se ha quedado rancio, sino que se puede renovar y adaptar a los nuevos gustos. Se trata de The Good Place, nombre con el que llaman al vecindario donde sus habitantes destacan por ser las mejores personas del mundo. Casi todas. Esta es la forma de llamar a lo que en el catolicismo se conoce como el cielo, puesto que también existe un infierno, o un «bad place».

Sí, los vecinos han pasado a mejor vida. Tras la muerte de las personas, un programa mediante complejos algoritmos decide si debes ir al sitio bueno, donde todo es perfecto, puedes hacer cualquier cosa que hayas soñado, como volar, e incluso te adjudican una media naranja, o al sitio malo, estando expuesto a inimaginables torturas continuas.

El problema, y esto es lo que convierte la serie en un diamante en bruto, es que ese algoritmo no es 100% fiable, fallando a favor de la protagonista, Eleanor, cuyo pasado es confundido por uno de honradez y servicio a la comunidad, cuando ella realmente es una persona egocéntrica a la cual nunca le ha importado nadie de su alrededor. Para evitar que descubran el error le dirá a su pareja ideal adjudicada, profesor de filosofía, que le enseñe a ser una mejor persona, pues cada mala acción que realiza en el sitio bueno se convierte en una especie de virus que altera algo del vecindario de forma negativa, y tanto sus habitantes como el arquitecto del lugar están empezando a sospechar que algo no está bien.

Bien, es verdad que no es una sitcom al uso, como estábamos acostumbrados, pues introduce varios elementos de ciencia ficción y carece de un feedback real o ficticio-intencionado, como es el caso de las risas enlatadas, pero tanto su estructura como la construcción de guiones y puesta en escena la hacen más acercarse a este subgénero que a cualquier otro.

¿Por qué empezar a verla? Lo primero que llama la atención es un nombre oculto que está detrás de esta serie, el cual es nada más y nada menos que Drew Goddard, mano derecha de Joss Whedon, el cual ha escrito varios capítulos de Buffy Cazavampiros, Angel, Alias, Perdidos, además de ser el responsable de crear y guionizar la exitosa serie de Netflix Daredevil. También Goddard hizo su aportación al séptimo arte, encargándose de alabados guiones como el de The Martian o por la dirección de La cabaña en el bosque, esa divertidísima película que no todos conocen y que jamás me cansaré de recomendar.

Otro punto fuerte, y va a ser el que más se note desde el minuto uno, es el de la contratación de Kristen Bell para el papel protagonista. Muchos la conocerán por ser Veronica Mars en la serie con el mismo nombre, pero es cierto que no se ha quedado estancada y no ha parado de colaborar en multitud de proyectos, desde Héroes hasta Gossip Girl, esta última poniendo únicamente la voz al igual que hizo en la película Frozen.

Bell es The Good Place, pues no se concibe a otra persona para encarnar a la carismática Eleanor. Cada vez que abre la boca consigue arrancar la carcajada del espectador, destacando especialmente los flashbacks donde recuerda su autodestructiva vida, bordando cuando hace de persona de mierda. Consigue la actriz interpretar un personaje que no es bueno, pero que todos los espectadores acabarán encariñándose de él.

Actualmente solo se han emitido en EEUU 9 episodios, parando hasta enero donde vendrá una nueva tanda y esperemos que se confirme una renovación para otra temporada más. Ahora, con este descanso, sin duda es el momento perfecto para engancharse, así que si no la has visto anímate, que no te arrepentirás.

J. Justo Moncho

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