«American Gods»; un sueño entre tormentosas carreteras secundarias

Nota:
Los creadores de American Gods consiguen plasmar perfectamente en pantalla lo que la novela de Gaiman pedía

Termina la primera temporada de una de las series más revolucionarias de los últimos tiempos. Hablo de American Gods, la adaptación de la novela homónima escrita por Neil Gaiman que nos ha ofrecido Amazon Prime. Una serie que desde el primer minuto estuvo en boca de todos y por méritos propios.

En American Gods conviven lo real y lo fantástico con tanta armonía que cuesta distinguir sobre qué mundo caminas por momentos, como si se tratase de uno de esos sueños locos en los que nada tiene sentido pero no sospechas que igual sigues durmiendo. Porque American Gods es eso, un placentero sueño. La serie es un viaje en coche por carreteras secundarias en el que no corre prisa, pues su objetivo único es disfrutar del trayecto y del onírico paisaje.

Sueños.

De la divinidad del libro a la terrenal pantalla

Quien conozca la obra de Neil Gaiman podrá ver la serie impregnada de ésta. Al autor de Sandman le gusta indagar en el subconsciente de las personas; en sus reinos interiores. Y aquí nos muestra no solo el de sus protagonistas, sino el de la sociedad estadounidense en general, con su rico choque de culturas y religiones. Choque de dioses.

Bryan Fuller y Michael Green han sabido adaptar un libro tan complejo y explotarlo al máximo, aportando su propia visión en tramas que han decidido explotar más en pantalla que lo que se hizo en el papel. Se han tomado licencias, pero el resultado ha sido positivo e idóneo para una buena traducción a la narrativa audiovisual. Yo soy un gran fan de la novela y he disfrutado con la aventura de colegas entre Laura y Mad siendo algo que no encontramos en ningún momento en la historia original.

¿Por qué es especial?

Además, uno de los puntos más fuertes de la serie es la estética tan atractiva que recuerda por momentos a Twin Peaks o la más reciente -y muy recomendable- Legion. Una proyección impecable de los sueños que escribió Gaiman pero cuyo mérito hay que dar a los creadores de la serie pues por iniciativa de ellos lo hemos podido ver. Imágenes provenientes de mentes privilegiadas acompañados de una acertada composición musical que mezcla el free jazz y la psicodelia para no dejarte desconectar de la pantalla.

Pero no es su única fortaleza. La historia, en forma de roadmovie, te absorbe sin darte nada mascado. No lo quiere poner fácil al espectador para situarse, pero Gaiman así lo hizo y el resultado fue espectacular. Simplemente, como decía antes, debes disfrutar del viaje mientras a fuego lento te van mostrando una increíble historia en lo que nada es lo que parece, adornada con jugosos diálogos, personajes y bellos relatos a modo de historias dentro de la historia, que a priori no tienen nada que ver con la central pero… tiempo al tiempo.

Un abanico de carismáticos personajes que enamoran

¿De los personajes qué decir? Sombra está muy bien defendido por el, para mí, desconocido Ricky Whittle, lo mismo que Laura a la que Emily Browning la hace más tridimensional aún con su fantástico tratamiento de femme fatale. Pero sin duda, si uno sobresale por encima de todos es ese Wednesday que interpreta magistralmente el veterano Ian McShane. Una actuación que deja boquiabierto al espectador, comiéndose la pantalla cada vez que aparece, que por otro lado no es poco.

Y hablando de… me veo obligado a criticar la traducción que han hecho en el doblaje castellano, no correspondiéndose con la de la última edición de la novela. En la serie han traducido el nombre de Wednesday pasando a llamarlo Miércoles. Esto es un error garrafal ya que pierde todo el sentido y esencia. Me explico: la palabra «miércoles» viene del latín y significa «el día de Mercurio», el dios romano del comercio y mensajero de los dioses. Ahora bien, «wednesday» es un día que tiene otro dueño y cuyo uso como nombre del personaje en cuestión tiene mucho más sentido. Para no caer en el spoiler, quien quiera que lo busque.

Como decía, una serie redonda que te anima a viajar por la mitología y los sueños con unos compañeros de trayecto inmejorables para disfrutar del bello paisaje tan experimental. En ella, han tratado con sumo respeto la novela original, tanto que han sabido añadir lo que pedía el nuevo formato de la historia y han sabido cortar a la perfección este primer capítulo en forma de temporada. Ahora bien, os avanzo que lo que está por llegar no va a hacer más que mejorar esta odisea.

J. Justo Moncho

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