«Los 100: IV temporada»; manteniendo la calidad y el entretenimiento

Nota:
Con una quinta temporada confirmada, Los 100 se afianza como uno de los blockbuster de moda.

Las series apocalípticas están a la orden del día. En cualquier lugar podemos encontrar esta temática. Sin embargo, soy capaz de decir que ninguna me ha sorprendido tanto como esta. Ciencia ficción e incertidumbre se fusionan para dar un resultado excelente. Si creíais que en Juego de Tronos no se podía adivinar lo que iba a suceder, con esta serie estaréis perplejos. The CW ha creado un entretenimiento que, aunque desde fuera cree recelo, sumergirá al espectador un viaje sin igual.

La sinópsis inicial de la serie es la siguiente: 97 años después de que una guerra nuclear desolara la superficie terrestre, los pocos supervivientes que quedaron nave espacial ven el momento de volver. Habiendo sobrevivido durante tres generaciones, mandan a 100 delincuentes juveniles para comprobar que  condiciones ofrece la Tierra. El grupo de jóvenes tratará de sobrevivir en un entorno desconocido y hostil a pesar de las brechas que se abren entre ellos. Mientras, en la nave, las luchas por el poder político se recrudecen, llevando a los dirigentes a situaciones extremas y difíciles decisiones.

Sin embargo, encontrándonos ya en la cuarta temporada, la situación ha cambiado mucho. Tras haber pasado por el control mental de A.L.I.E, los supervivientes se enfrentan a una nueva amenaza. La Tierra quedará desolada por una ola mortal radiactiva o ‘Praimfaya’. Ante esta situación, todos los habitantes del globo se verán empujados a actos sádicos y violentos con el fin de sobrevivir. Numerosos pactos y traiciones se forjarán por mantener vivo el futuro de la humanidad.

Calidad en el argumento

Aunque el culmen se haya conseguido en la temporada anterior, esta última mantiene las expectativas. Una trama como fue la anterior no tendrá equiparable en esta serie. Sin embargo, no ha habido un claro descenso. Seguimos encontrándonos con situaciones de alta tensión y sospecha. Todo esto bajo una situación de apremiante desastre. El tiempo se convierte en un bien muy preciado y la angustia empieza a aparecer. Y lo mejor es que, tras toda la acción y violencia, se encuentran diálogos y símiles políticos a los de cualquier dictadura actual.

Actuaciones muy bien cuidadas, que también han ido evolucionando, mantienen el nivel. Los principales protagonistas a excepción de Bobby Morley (Belllamy), el cual tiene sus altibajos, cumplen a la perfección. Eliza Taylor-Cotter (Clarke) se roba todo el protagonismo, siendo la estrella por excelencia de la serie. Marie Avgeropoulos (Octavia) se desinfla comparado con la importancia en la anterior temporada, aunque da un duro golpe sobre la mesa. Lindsey Morgan (Raven) conjuga una sinfonía magistral a la vez que compadeciente. Christopher Larkin (Monty) gana galones y por fin empieza a llevar la voz cantante que tanto pedía a gritos su personaje. Richard Hamon (Murphy) muestra por fin su lado más humano y no es el ‘capullo’ que pensábamos. En cuanto a Devon Bostick (Jasper), bueno, es gracioso, pero su personaje ya no es necesario.

Centrados en el final de la temporada, sin llegar a revelar nada, se puede definir como apoteósico. Una serie de sucesos y giros de guión dan paso a una conclusión inesperada por todos. Además, se abre una ventana a la siguiente temporada que deja boquiabiertos a todos. Hay una pequeña pega, un salto temporal enorme, pero que parece que se despejará en su continuación. Y, como no, lo que parece ser un nuevo peligro acecha a los protagonistas.

Estupenda caracterización

Uno de los puntos fuertes de esta serie es su vestuario y su contexto, muy a lo cyberpunk. Ropajes y accesorios propios de salvajes, pinturas de guerra y armas primitivas frente a la tecnología armamentística componen una maravillosa caracterización. Todo ello junto con escenarios devastados y olvidados y con su contraposición de laboratorios muy avanzados. Esto es, sin lugar a duda, uno de los atractivos que propone esta serie, llevándonos a un mundo nunca visto.

En general, una cuarta temporada de notable, pues no llega a estar a la altura de su predecesora, pero que cumple con las expectativas. Para los fans de la serie, se convertirá en una continuación que se esperaba con ganas. Para los escépticos de comenzarla, decir que la primera temporada deja mucho que desear y desde ahí no hace más que mejorar. Recomendada para los amantes del blockbuster. Habrá que esperar para ver que nos depara la quinta temporada que, según rumores, podría ser la última.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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