«Yo no soy Madame Bovary»; una mujer en busca de dignidad desafía la inoperante justicia china

Nota:

Ganadora de la Concha de Oro y el premio a la Mejor Actriz en el pasado Festival de San Sebastián, la nueva película de Feng Xiaogang ofrece una original propuesta estética que sirve de marco para narrar una historia sobre la decisión y dignidadad femenina y realizar una suave crítica a la justicia y a la situación socioeconómica de la China actual.

Li Xuelian y su marido simulan un divorcio para poder comprar un segundo apartamento, el problema viene cuando el marido aprovecha esa trampa para casarse y serle infiel con otra mujer. Li irá a protestar hasta los mayores poderes estatales para que se revoque ese divorcio falso y pueda vivir sin el juicio de  los demás, iniciando una venganza sobre todos los que la denostan, su marido y algunos de los políticos encargados.

Feng Xiaogang – taquillero director de comedias al servicio de la industria china – compone su obra más crítica y autoral a partir de una propuesta estética que juega con los formatos; mayormente presentada en un encuadre circular (como los clásicos cuadros chinos o el cine primigenio) para la vida rural de Li; además de usar un ajustado formato cuadrado para las secuencias en Beijing y el panorámico anamórfico en su recta final. Aunque se puede llegar a interpretar cierta relación entre forma y fondo, y hay secuencias de innegable belleza; Xiaogang se queda en demasía en lo meramente estético en comparación con cintas donde el encuadre ha estado relacionado con el estado de ánimo o cierto concepto narrativo, como en Mommy de Xavier Dolan o la también china Más allá de las montañas de Jia Zhang-Ke, una de las cintas más reivindicables del pasado año.

Más allá de su llamativa propuesta estética, Xiaogang se pierde en lo narrativo al ser reiterativo en ciertas situaciones que suceden en esos diez años de quejas y protestas de Li al gobierno; siendo mucho más eficiente y atractivo en su inicio y cuando la cinta se libera de ciertas costuras y deja llevarse por un tono más satírico y cómico.

En esos tonos más extravagantes es donde la crítica a la poca labor de la justicia china y sus funcionarios en temas tan banales como el divorcio, a la interesada ayuda de una sociedad cada vez más individualizada y las reverberaciones feministas que encarna el personaje de una excelente y natural Fang Bingbing (la actriz más famosa en China) cojen más fuerza; frente a una apuesta estética llamativa y curiosa pero que no termina de tener relación y justificación con lo narrado.

 

Jose Asensio

Jose Asensio ha escrito 532 artículos en Ciempiés.

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