Festival de San Sebastián 2017: 20 películas que no puedes perderte

Mientras se dan los galardones del presenta certamen del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, hacemos un repaso de los mejores 20 títulos que hemos podido ver durante las pantallas donostiarras estos diez días del mejor cine de vanguardia. No hace falta decir que la lista es subjetiva y que faltarán títulos que algunos pensaréis indispensables, y viceversa. En ese caso, abramos debate en la sección de comentarios y demos vidilla a mis críticas. Aun así, si estáis de acuerdo con lo que opino, no dudéis en echarle un vistazo a mi lista para las peores películas de esta edición del Festival. Sin más dilaciones, he aquí, de peor a mejor, los mejores films que la capital vasca ha proyectado en 2017.

 

  • (20) El autor, de Manuel Martín Cuenca: 6/10. La adaptación de la novela de Javier Cercas ya tenía bastante ganado de buen principio: personajes atractivos y situaciones rocambolescas por doquier. Aunque sí, sales de la película con la sensación de haber visto este mismo argumento mil veces antes. Por suerte, Javier Gutiérrez se trabaja el papel y consigue que olvidemos un poco esos papeles en los que se le ha encasillado.

 

  • (19) Una especie de familia, de Diego Lerman: 6/10. El viaje de Bárbara Lennie por las inhóspitas tierras argentinas tiene algo de trágico, sí, pero sobre todo, algo de melodrama histriónico que, como el llanto de un recién nacido, emociona y enerva al mismo tiempo. Malena, puro amor maternal, transita a trompicones por las forzadas situaciones que Lerman orquestra a favor de una única premisa: los seres humanos somos egoístas por naturaleza. Cambio y corto.

 

  • (18) The Cakemaker, de Ofir R. Grazier: 7/10. Un honesto drama disfrazado de aparador pastelero, que orbita alrededor de los vaivenes del amor en el estricto contexto religioso del Jerusalén contemporáneo. Si ya vale la pena por su desacomplejada erradicación de las categorías sociales impuestas en la vida diaria (en sexo, en religión), por lo menos os convencerá la nata de los pastelitos (kosher) que prepara Thomas, nuestro joven y muy alemán protagonista.

 

  • (17) Wonderstruck, de Todd Haynes: 7/10. Haynes nos había acostumbrado a su faceta melodramática, pero en esta ocasión gira radicalmente en un homenaje de tintes wesandersionianos al cine mudo y a la fascinación ante la imagen que nos refleja, el cine. Agradezco el cambio de rumbo y los grandes dones de la cinta, entre los cuales incluyo la preciosa música de Carter Burwell, pero el guion tiene insuperables fallos, que impiden disfrutar de lo que podría haber sido una gran película.

 

  • (16) Happy End, de Michael Haneke: 7/10. Decepciona si esperas algo del nivel de Amor (2012), pero triunfa si la consideras una primera aproximación a la comedia por parte del director de mirada afilada. Lo mejor son, sin duda, las comparaciones que el film tiende constantemente hacia la susodicha película, y el personaje del abuelo brilla por sobre del conjunto.

 

  • (15) La buena esposa, de Björn L. Runge: 7/10. Correcto drama para cerrar una Sección Oficial que inauguró dudosamente el antiguo genio de Wenders. Los grandes Glenn Close y Jonathan Pryce, esposa y marido, protagonizan la cinta y dan brillo a un guion sin fallos pero tampoco riesgos de ningún tipo, a partir de una puesta en escena expresamente creada para su lucimiento.

 

  • (14) La douleur, de Emmanuel Finkiel: 8/10. Cualquiera que haya visto Hiroshima, mon amour relacionará el presente film con la obra maestra de Resnais; por un lado, por estar centrado en su literata guionista (Duras) y, por otro, por su forma, que nos traslada al cineasta francés y hasta al polaco Kieslowski con su Azul (1993). Aunque desafortunadamente Finkiel acaba por quedarse a medio camino entre los dos en una película demasiado larga donde sí destaca la indiscutible Mélanie Thierry. Una crítica más extensa aquí.

 

  • (13) En cuerpo y alma, de Ildikó Enyegi: 8/10. ¿Conocéis a un tal Sheldon Cooper? Añadid una tonelada de humor negro y tendréis esta perlita indie venida directamente de Hungría. Y es poco frecuente encontrar personajes tan excéntricos que no caigan en el estereotipo de rarito que a la gente “normal” le gusta meter en ciertas películas. A lo que sumamos un humor negro finísimo y extremadamente macabro a la vez, que sazona una cinta de final apoteósico como pocos. Aunque sí, una recortadita no le vendría mal.

 

  • (12) Una mujer fantástica, de Sebastián Leilo: 8/10. Marina (una estupenda Daniela Vega) es la fortaleza personificada. Lo aguanta todo, desde la pérfida familia de su amante muerto hasta los odiosos “nice guys” que obviamente no ayudan en nada, y solo se desnuda al son de una quebrantadora canción de karaoke barato al final de la cinta. Pero el viaje es lo que cuenta, ¿verdad?

 

  • (11) En realidad, nunca estuviste aquí, de Linne Ramsay: 8/10. Es reconfortante ver propuestas tan arriesgadas como esta ante un argumento tan clásico como el de “cruel sicario que protege niñita”, y más si se independiza tanto del espíritu de la novela en la que se inspira, depurándose en una puesta en escena que pide mucho más de nosotros de lo que estamos acostumbrados. Pero quien brilla de verdad es ese desalmado Joaquin Phoenix, viva definición del concepto armario-humano, e igualmente abrazable. Una crítica más extensa aquí.

 

  • (10) El secreto de Marrowbone, de Sergio G. Sánchez: 8/10. El guionista de Lo imposible y El orfanato vuelve a interesarse en la coproducción internacional para traernos, de la mano de los británicos George Mackay y Charlie Heaton, una clásica historia de terror con twist al más puro estilo J.A. Bayona. Qué decir si no que es muy divertida y que sostiene el pulso del espectador hasta el último minuto.

 

  • (9) The Florida Project, de Sean Baker: 8/10. Los paralelismos entre el Verano 1993 de Carla Simón y el barriobajero drama de Baker son inevitables: un íntimo drama familiar ligado estrechamente al amor maternal, tratado a partir de situaciones cotidianas que llevan a la catarsis y protagonizado por la soberbia interpretación de las niñas protagonistas, llámense Laia Artigas o Brooklynn Prince.

 

  • (8) Loveless, de Andrey Zvyagintsev: 8/10. Una genial dirección y un plante visual como pocos explican que esta cinta rusa se llevase el Gran Premio del Jurado en Cannes este último año. A todo esto, un guion discreto y un tanto redundante me lleva a dudar de su perfección (no lo repita más, señora, nos ha quedado claro que usted odia a su hijo). Eso, sin olvidar el regustín a machismo que se filtra por los poros de todos los malvados personajes femeninos.

 

  • (7) Borg/McEnroe, de Janus Metz: 9/10. El danés firma un emocionante duelo de caballería en la arena de las legendarias pistas de Wimbledon como si de un thriller psicológico se tratara. Film que engancha y nos sostiene, tensos como las raquetas del imbatible Borg, a pesar de conocer de antemano el destino del combate. Si tuviera que escoger bando, me quedaría con esa especie de pugna que Laboeuf lleva a cabo contra su propia imagen pública a través del enfurecido personaje de McEnroe.

 

  • (6) La llamada, de Javier Ambrossi y Javier Calvo: 9/10. Divertido musical a ritmo de electro latino que aporta una nota de color a lo Whitney Houston a las amuermadas dudas existenciales propias de los relatos de iniciación religiosa. Si bien el cuarteto protagonista llena la pantalla con amor y humor durante todo el tiempo de metraje, hay que destacar a una Belén Cuesta y a una Anna Castillo que se comen las escenas de tanta sabrosura. Cantemos al Señor.

Y ahora, los «musts», lo mejor de lo mejor, aquellas películas que no debéis perderos bajo ninguna circunstancia en su estreno en cines.

 

  • (5) madre!, de Darren Aronofsky. Ahora en cines. Si bien puede parecer una mera acumulación de metáforas y símbolos sin sentido, el grado de provocación que el director propone es tal que lo mínimo que podemos hacer es reírnos a carcajadas ante tan maravilloso despropósito. O bien podemos cruzarnos de brazos y poner morros porque no nos gusta que jueguen con nosotros. Yo elijo la primera opción. Mi comentario extendido aquí.

 

  • (4) Le lion est mort ce soir, de Nobuhiro Suwa. El director de Yuki & Nina firma, casi de la mano de Jean-Pierre Léaud, una delicada comedia que aborda desde la ternura y la simplicidad el hecho mismo de crear cine. El japonés nos trae de vuelta al espíritu revolucionario que inauguró la «joie» de la Nouvelle Vague, que Léaud tan bien conoce e interpreta cuando está rodeado de los niños, esos pequeños cineastas en potencia.

 

  • (3) Morir, de Fernando Franco. La suma de un guion absolutamente impoluto, de trazo casi preciosista, junto a la tremenda interpretación de Marian Álvarez como esa desgarradora heroína trágica, da como resultado un film magno en su compleja representación del dolor humano. Y muy pocas veces una película nos oprime tanto el pecho con tanta elegancia.

 

  • (2) Call me by your name, de Luca Guadagnino. El deseo y el hedonismo invaden la pantalla en lo último del director de Cegados por el sol. El cineasta italiano sigue sorprendiendo con su humanismo rompedor de tópicos y su forma impoluta. Deseo que este film signifique un cambio en la representación cinematográfica del LGTB+, porque lo necesita urgentemente.

 

  • (1) Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, de Martin McDonagh. Hacía mucho tiempo que no veía una sala de cine aplaudir entusiasmada, varias veces, en medio de una simple conversación en pantalla. Con esto deberíais haceros a la idea del festín de sátira contemporánea que representa lo más nuevo del director de Siete psicópatas. Con una Frances McDormand radiante como vengativa madre de provincias, la película mete el dedo en todas y cada una de las llagas de la América de hoy en día con un genio que muy difícilmente veremos igualado pronto en la gran pantalla.

Mariona Borrull

Mariona Borrull ha escrito 19 artículos en Ciempiés.

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