«El Asesino (O Matador)»; Netflix sigue sin dar con la clave en sus largometrajes

Nota:
Marcelo Galvão nos trae su tercer largometraje, «El Asesino», con un inicio prometedor pero con un desarrollo bastante perdido

Son miles las películas que encontramos del género western. Incluso, aunque no sean puros western, si que beben de este género. Desde las conocidas de Clint Eastwood, John Wayne y Ed Harris hasta las actuales como Desierto, Comanchería o La Torre Oscura. Incluso las series de TV como Westworld siguen recurriendo a este género tan amplio y que ofrece tanto. Con El Asesino Netflix nos traslada al comienzo del siglo XIX, dónde la ley era la del más fuerte.

Este filme brasileño, dirigido por Marcelo Galvão,  nos muestra una tierra regida por las balas. Muy común en este género, nos encontramos con la historia de un joven llamado Cabellera. Este joven sale en busca de su padre, un afamado pistolero, al no volver a verlo. Tras enterarse de su huida con su antigua familia, Cabellera se convierte en asesino tomando la vacante de su padre. A partir de aquí, su lujuria no hará más que aumentar por el dinero y el placer.

Dejando el argumento para más adelante, nos centraremos en el apartado técnico. Si bien es un estilo de película que no requiere grandes efectos, cabe recalcar el mediocre montaje de algunas de sus escenas. En cierta secuencia de una persecución a caballo, esta parece haber sido rodada con un móvil. Personajes desencuadrados, con un zoom excesivo y un movimiento de cámara que ronda lo penoso.

Un comienzo prometedor que se desinfla

Aunque no es el mejor comienzo de los últimos años del cine si que encontramos cierto atractivo. La primera media hora con el crecimiento de Cabellera y su posterior conversión en asesino promete. Sin embargo, el excesiva inclusión de personajes, de historias paralelas y de organizaciones hace que pierda el interés. Incluso llegando a tener que retroceder el filme para enterarte de quién era cada persona y su cometido.

Lo único que tenía gancho en El Asesino era el protagonista como asesino y su más que sospechoso jefe. Con una historia más profunda sobre sus víctimas y conexiones sobre su malvado amo hubiera sido interesante. Sin embargo, esto se ha quedado en el tintero y han decidido darle el protagonismo por más de media hora a personajes apenas carismáticos y organizaciones criminales. Además, una desenlace algo tosco y apresurado nos deja un vacío importante en la historia. No obstante, destacar la escena final, pues ha quedado bastante épica.

Todo esto lo empeora un reparto bastante normalito. Diogo Morgado (Cabellera) y Etienne Chicot (Monsieur Blanchard) son los únicos salvables de un barco que apenas sale a flote. Personajes que no concuerdan con la época narrada y muchos otros con excasa o nula presentación no llegan a dar la talla. Y, además, interpretados por actores que no demuestran ninguna chispa.

El Asesino no va a pasar a la historia. Tal vez por ser otro largometraje fracasado de Netflix. Mi recomendación es que, si estáis dispuestos a verla, hacedlo con la primera media hora. Posteriormente os invito a hacer uso de vuestra imaginación y montar vosotros mismos el resto de la película.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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