«Gorrión rojo»; gélida, perversa y valiente cinta de espionaje con una arrolladora y sensual Jennifer Lawrence que decae en su tercio final

Nota:
Una enorme Jennifer Lawrence  se entrega emocional y físicamente al personaje de Dominika; confirmando su valiente nuevo rumbo como actriz

Tras tres entregas juntos de la franquicia adolescente Los Juegos del Hambre, Francis Lawrence y Jennifer Lawrence forman tándem de nuevo en una cinta radicalmente distinta como blockbuster a la saga literaria; tejiendo un provocador thriller de espionaje quizás excesivo en metraje, sobriedad y en giros narrativos pero estimable en su valentía estética y como adulto entretenimiento dentro del panorama actual del cine mainstream.

Ambientada en Moscú y Budapest, Gorrión rojo adapta la novela del ex-agente de la CIA Jason Matthews de mismo título cobrando en la adaptación al cine un mayor peso y relevancia en su espía femenina protagonista – en la novela la narración era más equilibrada y paralela entre ella y Chris, el agente de la CIA -, Dominika Egorova, digna sucesora de Nikita o la reciente Atómica de Charlize Theron. Francis Lawrence sabe ofrecer un valiente vuelco al cien de espionaje más previsible y arquetípico gracias a su apuesta por una cuidada estética que se apodera del aire seductor, gélido y perturbador de su protagonista; añadiendo una frialdad psicológica (aunque a veces echamos de menos alguna escena de acción) basada en la manipulación y seducción entre los diferentes y numerosos personajes de su reparto; en la que el sexo y la traición son los elementos esenciales.

Todo llevado en los hombros de una enorme Jennifer Lawrence que se entrega emocional y físicamente (varios desnudos explícitos incluidos) al personaje de Dominika; confirmando su valiente nuevo rumbo como actriz, mucho más arriesgado y adulto que ya se confirmó en la polémica y singular Madre! de Darren Aronofsky estrenada el pasado año, reafirmándose como una talentosa actriz y sobretodo como una intérprete de raza y carácter que no tiene por que seguir los dictámenes del Hollywood más superficial y encasillado.

Lo pero es que sus virtudes se ven ensombrecidas por un guión que no está a la altura de su atmósfera y su protagonista, excediéndose en su sobrio y gélido espíritu al alargarse a las casi dos horas y media y decaer ostensiblemente en su tercio final, víctima de un exceso de giros y explicaciones que rompen en gran parte el magnífico primer tramo; gélido, violento y seductor como su heroína. Quedándose en general en un término medio que no llega ni al vibrante exhibicionismo de James Bond o la reciente Atómica, ni a las lecturas políticas de plumas como las de John Le Carré.

Aunque fallida en algunos de sus elementos, Gorrión rojo merece ser valorada y respetada por su valentía adulta, por la ruptura de las expectativas del público mainstream con loables escenas y un perturbador grado de violencia y sexo poco visto dentro del cine comercial actual. Por una valiente estrella que rompe con valentía y carácter su imagen más recatada y aceptada y un Francis Lawrence que, aunque no tenga el músculo ni espíritu juguetón de cineastas como Verhoeven o De Palma, sabe tejer una historia con el suficiente poder, frialdad y carnalidad para merecer cierta mención en el panorama cinematográfico actual.

 

Jose Asensio

Jose Asensio ha escrito 532 artículos en Ciempiés.

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