«TAU»; intermitente thriller emocional basado en la inteligencia artificial evolutiva de una casa

Nota:
D’Alessandro debuta con este filme sobre una inteligencia artificial que se debate entre la lealtad a su creador y la ética de hacer lo correcto

La historia de una mujer secuestrada y prisionera, alejada del mundo, nos resulta muy común. Largometrajes repetitivos, como los ofrecidos por las grandes cadenas los domingos, son tópicos que todos conocemos. Pero, ¿qué pasa si a eso le añadimos ciencia ficción y una inteligencia artificial? ¿Qué tal si ofrecemos a la vivienda inteligencia y sentimientos propios? Durante su visionado recuerda a películas tales como Yo Robot, Blade Runner Ex Machina, pero sin robots humanoides. Siempre es imaginado esa imagen de humano que habría detrás de una simple voz automatizada. También me parecía ver ese capítulo de Los Simpson donde la casa inteligente intenta matar a Homer.

De mano de Federico D’Alessandro nos llega este thriller de ciencia ficción, TAU. En él nos encontramos con Julia, una joven que se gana la vida robando. Un día cualquiera es asaltada y despierta encerrada en una celda y con un implante en la nuca. A partir de ahí, comienza su pesadilla en una casa inteligente, donde tendrá que sobrevivir de una manera astuta y sentimental para conseguir escapar.

Federico D’Alessandro debuta en largometrajes con este thriller. El director uruguayo es conocido por ser el supervisor de animación en Doctor Strange, trabajo por el que fue nominado en los Design Awards. Anteriormente había dirigido dos cortometrajes basados en el género del terror. En este proyecto, sin embargo, se ha decantado por el trhiller, la tecnología y la ciencia ficción, dejando de un lado el auténtico terror. Aunque hay escenas propias de una película de tal calibre, la mayoría transcurre mas con misterio que con sustos.

De buena idea a thriller plano

Cuando comienza TAU nos encontramos con un típico secuestro. Sin embargo, eso acaba en un segundo y nos encontramos y una casa basada en un sistema inteligente automatizado. Uno momento de acción, conspiración y estrategia hace ilusionarse al espectador. Sin embargo, el argumento se vuelve plano y repetitivo, con intermitentes atisbos de cambios a mejor. Ingeniosas, emotivas y utópicas conversaciones entre la protagonista y la máquina hacen que no sea un tostón total.

No tiene comparación con alguna película de inteligencia artificial. Sin embargo, la idea de la rebelión a través del aprendizaje se repite, igual que cualquier otro filme de este género. La lucha interna entre la rebelión contra el creador y el hacer lo correcto hacia quien enseña el verdadero significado de la vida es constante. Sin embargo, la lealtad y el miedo hacia el temido amo muchas veces pesa más que ningún tipo de ética.

De este modo, Netflix nos trae otra película de ciencia ficción que, aunque no sea tan mala como películas como Bright, Máquina de guerra Spectral, no llega a ser una satisfacción. Emoción y aburrimiento a partes iguales, TAU nos ofrece algo que ya hemos visto repetidas veces pero con mayor trascendencia emocional.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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