«El final de todo»; desarrollo aburrido y premisa apocalíptica manida para otro fracaso de las producciones cinematográficas de Netflix

Nota:

Un joven hombre de negocios (Theo James) que viaja desde Seattle hasta el oeste californiano por trabajo y de paso visitar a su distante suegro (Forest Whitaker), es testigo repentino del desastre natural que deja incomunicados y sin electricidad a parte del país

Ambientada en un futuro apocalíptico a lo The Road (La carretera), Netflix y David M. Rosenthal ofrecen otra simple y fallida aproximación a la sci-fi en un filme de premisa manida y de desarrollo aburrido y desdibujado sin mucho sentido interno.

Un joven hombre de negocios (Theo James) que viaja desde Seattle hasta el oeste californiano por trabajo y de paso visitar a su distante suegro (Forest Whitaker), es testigo repentino del desastre natural que deja incomunicados y sin electricidad a parte del país, extendiéndose poco a poco. Frente a la imposibilidad de comunicarse con su pareja embarazada, él y su suegro ex-soldado deciden iniciar un viaje de supervivencia hacia Seattle para ver si está bien.

Tras esa simple premisa, el filme coge un tono de relevancia y seriedad que resulta poco creíble frente a sus desastrosos personajes, encarnados de forma fallida por el inexpresivo Theo James y un Forest Whitaker venido a menos; resultando el viaje de ambos aburrido, sin grandes desarrollos y sin una estructura interna clara, deambulando en ese viaje de costa a costa sin emerger grandes dilemas y un desarrollo previsible y pobre. Otra propuesta desastrosa en el catálogo original de Netflix.

Jose Asensio

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