«Los 100; V temporada»; bajada notable de calidad respecto al excesivo alargamiento de tramas secundarias

Nota:
La quinta temporada de la serie que apareció sin ruido y que está llegando a ser un fenómeno mundial nos narra cinco años después de lo ocurrido tras el Praimfaya

Recientemente ha acabado la quinta temporada de Los 100. La serie emitida por la cadena CW (en España por SyFy) sigue cosechando buenas críticas. No obstante, es lógico que pensar que una producción de tal extensión disminuye su calidad con el paso del tiempo. Esto le ha ocurrido a series del calibre de The Walking Dead. Por su parte, Los 100 también ha sufrido este descenso.

Tras la ola de fuego llamada Praimfaya, Clarke sobrevive en la Tierra mientras sus amigos migraron al espacio. Así, Clarke ha logrado sobrevivir durante cinco años y ha conocido a una joven salvaje llamada Madi (por fin una niña que no es una pedante). Madi y Clarke se unirán como única familia en quien confiar mientras una nueva amenaza se acerca. Mineros sublevados que llevaban años a la deriva espacial encuentran la Tierra y la quieren para ellos.

 

Con una nueva amenaza sobre ellos, los protagonistas se ven en muchas ocasiones entre la espada y la pared. Todos ellos optan por la opción que salvará a los suyos, dejando en muchas ocasiones su ética moral por la supervivencia. Grandes riesgos, tomas de decisiones y traiciones se suceden en esta serie que está empezando a dejar de sorprender, pero que mantiene una chispa de ilusión por saber que ocurrirá con cada uno de ellos.

Argumento correcto alargado innecesariamente

En esta quinta etapa de Los 100 nos encontramos ante un más que correcta trama. Aparecen nuevos personajes de vital importancia, como Madi o Diyoza, y la evolución de varios de ellos, como Abby u Octavia, hacen interesante el transcurso de los hechos. Además, seguimos encontrándonos giros de guion, cambios de bando instantáneos de los protagonistas y, como no, acción y estrategia en gran medida.

No obstante, ciertos periodos de tregua se hacen demasiado extensos y llegan a despertar cierto aburrimiento, algo que solo sucedió en su primera temporada. El lapso de tiempo de estos momentos se centran en banalidades y rifirrafes secundarios que hacen perder la atención del espectador. Esto siempre es arreglado al final de cada episodio con una situación complicada que hace retomar el interés y querer ver el siguiente. Pero la calidad suele ser intermitente.

Pese a esto, la serie sigue siendo una obra bastante cuidada y despiertan ciertas incógnitas con el final de esta. Hay numerosos errores que se podrían haber corregido, pero sigue siendo una fuente de entretenimiento sin parangón. Con ansia se espera la siguiente temporada y ver el desarrollo de la nueva población que volverá a habitar la Tierra.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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