Cogiendo como inspiración para el título la frase dicha por Bill Paxton en Aliens: El regreso; Netflix estrena junto al trío protagonista y creativo formado por Anders Holm, Adam Devine y Blake Anderson una comedia gamberra llena de facilón humor escatológico que a partir de sus geeksprotagonistas buscan construir una cinta que nos remite a La Jungla de cristal en clave spoof.
Tres amigos camareros de un lujoso hotel están a punto de obtener financiación para su videojuego cuando unos terroristas secuestran al famoso y adinerado benefactor tomando como rehenes al resto de personas de la sala; a partir de ahí los tres empezarán por todo el edificio la misión de rescatar a los rehenes.
Con pocas ideas originales y a partir de un humor grueso y escatológico lleno de bromas sobre penes y violencia gratuita construido a partir de un trío protagonista excesivo y sin gracia que saca la peor vís cómica de ellos – sobretodo un excesivo e insufrible Adam Devine – sin sacar con ingenio su premisa spoof ni beber en el buen sentido de referentes de la nueva comedia americana como Infiltrados en clase o Cómo acabar con tu jefe.