Actualmente se podría decir que se está llevando a cabo la creación de una figura en el panorama televisivo. Una figura que ha sabido aprovechar todos los recursos que tiene al alcance. Estamos hablando de Netflix, una cadena de televisión adolescente que atrae a muchísimos consumidores de televisión, especialmente a la generación más joven. Esta vez no hablaremos sobre las series que ofrece (la mayoría a destacar), sino que destacaremos una apuesta de la gran pantalla protagonizada por Ellen Page y dirigida y escrita por Sian Heder.
Tallulah fue un largometraje estrenado a principios de año en el festival de Sundance que recibió halagos por parte de la crítica y que esta vez se nos sirve a nosotros. A la gente corriente, a la plebe.
Vayamos al grano, la película transmite un mensaje y queda bastante claro. A lo largo del metraje vemos diferentes historias que pueden llegar a representar algunas situaciones dramáticas y en cierta parte sentimos ese dolor o esa frustración, pero no es un mensaje que nos cale del todo. Simplemente la película se deja ver.
Ellen Page hace un trabajo correcto pero nada más. Lo hace lo mejor que puede pero lo que vemos del personaje tampoco da para más. Allison Janey es más de lo mismo, no es una actuación para recordar. Quizá donde más choque sea en la actuación de Uzo Aduba que, llevando bien su papel, nos cuesta verla como una representante de las autoridades y no como una loca después de Orange is the new black.
De la banda sonora tampoco hay demasiado que decir, no nos deja un momento para recordar ni enmarca una situación. El guion no tiene lagunas pero tampoco es que sea tan complejo para cometer demasiados errores. Aunque alguna vez se ve alguna incoherencia en algunas acciones de ciertos personajes.
En resumen se podría decir que es una película algo descafeinada. Nos cuenta una historia que contiene mensajes más profundos que lo que se ve a simple vista pero no hay nada más. Ni belleza visual, ni giro argumental ni algo que nos emocione. Una película que se deja ver un domingo a la tarde, pero nada más.