- Memorias de un individuo que decidió visionar Arrow, The Flash, Vixen, DC’s Legends of Tomorrow, Supergirl y Constantine del tirón
Las ficciones de superhéroes tienen una legión de seguidores creciente, pero ya no solo en el cine, sino también en la televisión. Entre las distintas opciones que podemos encontrar en la programación de las cadenas, hay una que por su extensión y ya incluso longevidad destaca: las apuestas de DC-CW.
Fue en 2012 cuando el canal estadounidense emitió el primer capítulo de Arrow, suponiendo esta serie un punto de partida para todo un nuevo universo de ficciones y personajes interrelacionados entre sí, y por ello denominamos a este espacio el Arrowverso. Pronto empezó a llamar la atención de la gente y la audiencia respondió positivamente. Éste supuso también mi primera toma de contacto con el universo, pero solo pude aguantar cuatro capítulos.
En la segunda temporada del arquero dieron un salto para expandir la trama fuera de una única serie, y se consiguió con la presentación de Barry Allen, el cual más tarde daría vida a Flash. Hubo que esperar otro año a que se hiciera realidad esta descentralización de la historia, que fue junto a la tercera temporada de Arrow cuando se estrenó la primera de The Flash. Y a partir de aquí ya nada lo pudo detener. Una serie animada, un spin-off de un equipo de secundarios y villanos, colaboraciones con otras cadenas…
Yo, que había abandonado pronto Arrow, tuve que discutir con muchos fans que alababan esas series. Nombraban todos a Flash, el arquero ya no era su favorito. Pues nada, segundo intento. Esta vez probé con The Flash y duré dos capítulos. No la aguanté.
Aun así cada vez eran más y más los seguidores, más y más las apuestas por nuevos productos de esa índole. No paraban de surgir noticias sobre colaboraciones y eventos especiales en el universo de DC, y alguien de esta revista debía cubrirlo.
Pues así empezó hace 5 meses este tormento que al principio me era incluso simpático, pero me consumió por completo.
La forma adecuada de sufrir esto
Primero hablemos del orden lógico de visionado:
Como hemos dicho antes, Arrow coge dos temporadas de ventaja. Es a partir de su tercera cuando se complica la cosa, ya que no está permitido acabar una temporada y continuar con la de otra serie, que sería algo más sencillo -igual de coñazo, eso sí-. Lo que hay que hacer es intercalar los episodios. Tras el primer capítulo de la tercera de Arrow veríamos el primero de The Flash. Así sucesivamente hasta el octavo que giran las tornas, pues empezaríamos por el 8 de The Flash y luego el 8 de Arrow, y tras estos dos episodios crossover volvemos al orden anterior, primero el 9 de Arrow y luego el de The Flash.
Vale, no muy difícil. Ahora tienes que añadir que entre los 4 y 8 de esas series en esas temporadas se debe ver completa Vixen.
Una vez terminada esta tercera de Arrow y primera de The Flash debemos hacer un descanso viendo Constantine completa (hasta que la cancelaron). Tras acabarla retomamos las nuevas temporadas del arquero y el velocista, esta vez siempre primero viendo el capítulo de The Flash. A éstas, tras ver sus capítulos 10, hay que incluir la serie DC’s Legends of Tomorrow. Es decir, ahora vemos uno de The Flash, uno de Arrow y uno de Legends.
Se complica, mucho, hacia el final de temporada. Primero hay que decir que debemos buscarnos un hueco para empezar Supergirl. Se puede ver prácticamente del tirón porque no afecta a las demás series a parte de su crossover con The Flash. Pero lo complicado es esto:
Es muy complicado y encima es un coñazo. Pero de eso hablaremos luego. Todo lo que sucede en cada capítulo puede afectar a las series paralelas, por lo que es importante seguir este orden lógico, o acabarás sin entender las cosas o tragándote spoilers de otras series.
Hablamos de un complejo universo cuyo principal fuerte, y punto a su favor, es que conviven las distintas ficciones en armonía. Te obliga a verlas todas, es cierto, pero ver a Constantine con Green Arrow, éste con Flash, éste con Supergirl… No sé, resulta muy interesante y llamativo. Y eso sin hablar de los personajes secundarios que también viajan constantemente entre las ciudades donde se desarrollan las tramas de cada serie.
Pero, lo que toca, empecemos con el análisis por separado:
Arrow
Empezamos por la que dio origen, desafortunadamente, a este universo. Se trata de una serie que empieza con la historia de un justiciero en busca de venganza y termina con la historia de amor como capitán de un supergrupo con la Oráculo de turno. El tono, como el de prácticamente todas, es adolescente, demasiado cercano a Smallville.
Lo que al principio promete, poco a poco se desgasta y termina en la búsqueda por contentar a todos los públicos por igual. Hay acción, humor, amor… No cuela. Tienen entre manos a uno de los mejores personajes de DC –sí, tengo debilidad por él-, sarcástico, solitario y con unas fuertes convicciones marxistas que lo acompañan en cada decisión. Aquí tenemos a un imbécil que a todos los que conoce los mete en su supergrupo ridículo. No tiene nada de gracioso, es como ver un palo durante 40 minutos por capítulo. Stephen Amell, el cual da vida al encapuchado, probablemente sea el peor actor de todo el universo. A su lado la gente se va muriendo –varias veces- o huyendo y no es capaz de derramar ni una lágrima. Hasta los apretones de manos le salen forzados.
Todos a su lado parecen actorazos de Oscar, por eso yo agradezco la aparición de Felicity. Esto me llevó a una debate intenso con los compañeros de Cinemáscómics.com, pero lo cierto es que cuando aparece Felicity, para bien o para mal, la cámara se centra en ella, el tono cambia por completo porque ella está en escena, y todo lo que ayude a dejar de fijarnos en Stephen Amell un rato se agradece por mi parte.
Otro error brutal es el insistir en narrar la historia del arquero con flashbacks. Es cierto que tiene uno de los mejores pasados como superhéroe, y así se puede leer en Green Arrow: Año Uno, pero lo han llevado a la pantalla de forma horrible. Cada vez que salta al pasado dan ganas de apagar la televisión por lo aburrido que es. Pero lo peor es que cuando vuelve al presente te das cuenta que toda la serie es igual de peñazo.
Los aspectos positivos son la presentación de varios personajes que los freaks agradecemos, como Black Canary -eso sí, la primera, la segunda me parece horrible-, Atom -aunque poco tiene que ver con el de las viñetas-, y Deathstroke. También hay ciertas apariciones de Deadshot y Amanda Waller contando historias de lo que sería el Escuadrón Suicida, y que lo llaman Pelotón Suicida porque no son capaces de hacer ni eso bien. Más guiños a otros personajes como Harley Quinn, Katana, pero destaco su versión de La liga de las Sombras y Ra’s al Ghul.
En definitiva, se pueden sufrir durante tres temporadas quizás, pero la cuarta ya da ganas de arrancarse los ojos. ¿Culpa de incluir la magia o el amor?
The Flash
El tono adolescente de esta serie se palpa desde el principio y no intentan disimularlo, cosa que evita que la audiencia se confunda sobre el tipo de ficción que tiene ante sí. Conociendo que va enfocada a un público virgen, ya podemos centrarnos en disfrutar del resto de cosas. Tiene buenas historias y buenos villanos. Por ejemplo, el Reverse-flash de la primera temporada me pareció sublime, al igual que la aportación de Capitán Frío y Grood.
Quizá el personaje más destacable de la serie es Harrison Welles en todas sus versiones. El resto de secundarios están ahí para empeorar la serie, para hacerla más ñoña, salvo algún destello divertido, y muy casual, de Cisco.
Este universo tiene la manía de que un superhéroe no puede actuar solo y le meten a calzador un equipo, haciendo siempre más vulnerable al enmascarado de turno, más exagerado aún en el caso de Flash ya que su guarida secreta tiene más afluencia de villanos que el mismo infierno. Es más, ¿queda alguien en Central City que no sepa aún que Flash es Barry Allen? Lo puede poner tranquilamente en su currículum y nadie se sorprenderá. Como mucho le llamarán cansino porque no para de declararlo a gritos con todo el que se cruza.
Eso sí, los conductores muestran interés por llenarla de guiños para los lectores del cómic. Obviando los espectaculares cambios en la trama, se puede decir que es una adaptación bastante cercana. Hicieron muy bien en coger el Flash Rebirth, uno de sus mejores cómics, para el final de la primera temporada, de hacer guiños en la segunda de Flash de dos mundos y Crisis en tierras infinitas¸ y ahora veremos cómo se aproximan a Flashpoint, tarea que no tienen nada fácil aunque la base la han cogido.
Otro gran punto es su conexión con la serie de los 90, cuyos villanos, como el que da vida el gran Mark Hamill, aparecen nuevamente interpretados por los mismos actores viejunos, y dejan caer que ya hicieron de las suyas en el pasado en Central City. Esto introduciría también el Flash de los 90 en el Arrowverso, e igualmente me encantaría analizarlo, pero no me apetece.
Vixen
La más desconocida y original propuesta. Se trata de una web-serie de animación que narra la historia de esta secundaria superheroína en solo 6 capítulos de 5 minutos de duración. En ella vemos cómo consigue todo su poder, el imitar las habilidades de cualquier animal, y lo que esto conlleva.
En esta breve historieta podemos disfrutar de la aparición tanto de Green Arrow y Flash, como de Felicity y Cisco, todos ellos por supuesto animados. Pero, eso sí, estos personajes de dibujos han sido doblados por los actores originales, cosa que se agradece.
Además, la actriz de doblaje de Vixen luego participó en la cuarta temporada de Arrow interpretando a la misma heroína, esta vez en carne y hueso. También se ha confirmado que será protagonista en la segunda temporada de DC’s Legends of Tomorrow, así que podremos ver qué tal se desenvuelve con más metraje.
Parece una tontería de propuesta, pero sin duda es la más entretenida de todas. ¿A qué es debido? Para empezar la protagonista es una mujer independiente y fuerte, muy alejado a los papeles femeninos que hemos visto en el resto del Arrowverso, donde el machismo es tan palpable. Pero sin duda, su mayor virtud es el buen uso que hacen del tiempo, contando todo a la perfección, sin prisas y sin aburrir. Esto demuestra que una de las mayores debilidades de este universo es todo el relleno que tiene, llevando al espectador a un tedio obligado.
DC’s Legends of Tomorrow
El supergrupo de este universo. Se trata de un spin-off/crossover donde aparecen importantes secundarios de Arrow y The Flash. La idea es una chorrada, y lo peor es que entretiene. No es tan larga ni pesada como el resto y el rollo de viajes temporales a lo Dr. Who –pero más cutre- es un gran atractivo.
En ella aparecen personajes muy carismáticos como Firestorm, Capitán Frío, White Canary –que es Back Canary pero de blanco (a mí no me miren)-, Atom… También aparece una horrible Hawkgirl, el capitán de la nave que sobra desde el primer capítulo y Heat Wave, un personaje insoportable al principio pero que mejora mucho a mitad de la serie.
El reparto es de lo mejorcito de todas las producciones presentadas, destacando Victor Garber y Wentworth Miller, dos actores con una reputación ya conseguida con anteriores trabajos, además de Caity Lotz y Brandon Routh que, sencillamente, eran los mejores de Arrow. Además, cuenta con un villano muy correcto.
Pero no os asustéis, tiene también sus chorradas de tramas para idiotas protagonizadas por las bandas más idiotas de las personalidades de los protagonistas. Gracias The CW por no abusar de los elementos agradables para el espectador.
Supergirl
El super coñazo. Hablábamos del machismo de las raíces de este universo, pero aquí la encontramos en toda su virtud. El personaje más tonto del Arrowverso sin duda, y eso que a mí en los cómics siempre me ha encantado.
Primero una aclaración: se encuentra en el universo, ya que pudimos ver a Flash compartiendo pantalla con Supergirl, pero está producida por otra cadena. Eso por lo menos la primera temporada, pues ahora se ha hecho con los derechos The CW, cadena que emite las anteriores nombradas. El hecho de que esté presente la mitología que rodea a Superman y Supergirl y que no se pisparan ni en Central City ni en Star City lo afrontaron con una excusa muy de DC: aprovechando el multiverso presentado en la segunda temporada de The Flash, muestran el mundo de Kara como una realidad distinta a la oficial del Arrowverso, lo que llaman Tierra-1.
Esta serie es de lo peor que se ha hecho en televisión los últimos años. Pese a que se agradece la aparición de míticos personajes como Detective Marciano o Red Tornado, la calidad del maquillaje, basado en Cariocas, y de los efectos especiales, basados en Paint, convierte lo que debería ser emoción de los fans más comiqueros en llantos y vergüenza ajena. Algo parecido a lo que pasó con el Apocalipsis de la última de X-Men. Encima el vuelo de la heroína es tan falso que aunque han borrado los cables –cosa que es un auténtico hito viendo la chapuza que han hecho con lo demás- siguen estando presentes. Se nota que ese movimiento no es natural.
Todas las historias son absurdas y aburridas. Decíamos que el Arrowverso estaba enfocado a un público adolescente pero en este caso no se cumple. Esto está enfocado a un público pre-pubertad. Si te ha gustado tengo malas noticias para ti.
Eso sí, tiene varios puntos fuertes que la salvan de ser un 0 como una catedral. Para empezar, los padres adoptivos de Kara son nada más y nada menos que la actriz que interpretó a Supergirl en la película de los 80 y el mítico Clark de la serie Lois y Clark. Buena frikada.
La segunda gran virtud es el trabajo de Calista Flockhart, la cual realiza la mejor actuación –aunque le quita el mérito de que simplemente el resto son unos mierdas- y cuenta con geniales líneas de diálogo. Este personaje parece hecho para una serie de gran nivel y no esta patraña. Eso sí, el rollete colegueo que tiene en ocasiones con Supergirl no pega ni con cola.
Ahora podría hablar del Jimmy Olsen que han metido, pero no me apetece. Simplemente diré que, aunque me trae sin cuidado que lo interprete un actor negro, Olsen siempre ha sido un mierdecillas y este actor es un armario. ¡Venga ya!
Constantine
Al igual que Supergirl, Constantine forma parte del universo ya que apareció en la cuarta de Arrow, siendo probablemente lo mejor de toda esa insufrible temporada, pero fue producida por la NBC y no por The CW. «Fue», en pasado ya que la serie se canceló en 2015 tras 13 episodios. ¿Y sabéis qué es lo peor? Que era buena.
No es una adaptación 100% fiel del maravilloso Hellblazer, pero es muy entretenida y no tiene tanta chorrada como las demás. Ésta sí podemos decir que es una propuesta más enfocada a un público con dos dedos de frente. El protagonista, Constantine, también es mucho más fiel al cómic que la cosa esa que interpretó Keanu Reeves en la película.
Tiene muchas similitudes con la primera temporada de Sobrenatural, por lo que si te gustó ésta disfrutarás con Constantine. Eso sí, se canceló en el momento que más prometía, con un giro de guion tan inesperado como interesante. Nos toca quedarnos con los dientes largos, una pena.
¿Qué he conseguido con estos 5 meses?
El poder decir a los fans con la cabeza bien alta y con conocimiento que estas series son basura. Bueno, también mucho sufrimiento y dolor de cabeza.
Eso sí, las seguiré al día a partir de ahora para poder criticar las nuevas temporadas por separado. Deseadme suerte.
Pingback: CM Radio - 3x08 - El de DC Comics - Ciempiés Magazine()