«The Young Pope»; la serie que la Iglesia Católica no quisiera que vieras

Nota:

Es posible que The Young Pope sea la serie que la Iglesia Católica no quisiera que vieras, a pesar de que describe a una figura cuya fe, moralidad y forma de actuar se acercan más a lo que supuestamente la Iglesia es, o debería ser. Jude Law se mete en la piel de Lenny Balardo, el primer papa norteamericano que se acuña el nombre de Pío XIII para iniciar su particular revolución en el Vaticano ante la sorpresa de cardenales y fieles. Un Papa irreverente, santo y provocador, que bebe coca-cola light y fuma, cuyo discurso inicial nos presentará a un personaje que, aunque ultraconservador, tiene ideales poco corrientes para su función (o al menos lo que la Iglesia pretende que sea). Un Papa que se comporta como una estrella del rock, como dice el mismo protagonista en un momento de la serie; que debe mantenerse oculto y a la vez hacerse escuchar.

Creada, escrita y dirigida en su totalidad por Paolo Sorrentino, aquél que nos maravilló con La Gran Belleza (2013), nos trae diez capítulos donde vuelve a demostrar su buen hacer tras la cámara. The Young Pope comienza como una sátira hacia la Iglesia que, poco a poco se va relajando sin perder calidad, para convertirse en una oda a la espiritualidad. Sorrentino no se conforma con hacer una dura crítica al funcionamiento del Vaticano sino que pretende además mostrarnos, sin tapujos, lo que debería ser aquello que tras una gruesa capa de hipocresía nos ha vendido la institución bajo la palabra fe.

Con una cabecera que mezcla luces de neón, música electrónica y el barroquismo católico, guiño del protagonista rompiendo la cuarta pared para hacernos cómplices de la historia. Una serie llena de simbolismo, en ocasiones con toques surrealistas que recuerdan a películas del maestro Fellini; un cocktail de imágenes que remarcan el estilo del director italiano. Destaca además, en cuanto al guion, la forma que tiene de retratar las contradicciones humanas, con exquisito surrealismo e incorrección política.

Una serie que cuenta con grandes interpretaciones por parte del resto del reparto, donde encontramos el regreso a la primera línea de fuego de Diane Keaton, dando vida a Maria, una monja consejera del joven papa. Por su parte, Silvio Orlando interpreta al cardenal Voiello, quien encarna el lado más oscuro y conservador de la Iglesia. Un Javier Cámara, desenvolviéndose a gran nivel como actor internacional, como el bondadoso cardenal Gutiérrez. El mítico secundario James Cromwell como el cardenal Spencer. Cécile De France como la responsable de marketing del Vaticano. Y, por último, Ludivine Sagnier, uno de los personajes mejor detallados, como Esther, una auténtica y convencida católica.

Todo ello conforma una serie que, a pesar de estar coproducida por Sky, HBO, Canal+ y Mediapro, está pasando más desapercibida de lo que merece. A pesar de ello, es una obra de obligado visionado para seriéfilos, cinéfilos, ateos, agnósticos y, por supuesto, católicos.

Gabriel Martínez Ruibal

Gabriel Martínez ha escrito 143 artículos en Ciempiés.

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