«A todos los chicos de los que me enamoré»; comedia romántica sobre el amor y las inseguridades adolescentes que sabe resultar encantadora y fácil de ver
La vida de la adolescente Lara Jean se descontrola cuando de forma repentina sus cartas secretas sobre los chicos de los que se ha enamorado sin que ellos lo sepan se pierden y llegan a manos de cada uno de los destinatarios
El best-seller juvenil en USA escrito por Jenny Han tiene como era evidente su adaptación cinematográfica, encargándose de ello la plataforma Netflix y la cineasta Susan Johnson; que sabe dotar de cierto encanto a un conjunto demasiado marcada para el público adolescente y que ofrece lo habitual de este tipo de comedias sobre amores e inseguridades adolescentes.
La vida de la adolescente Lara Jean se descontrola cuando de forma repentina sus cartas secretas sobre los chicos de los que se ha enamorado sin que ellos lo sepan se pierden y llegan a manos de cada uno de los destinatarios; creando a partir de ahí un caos en su vida en el que el ex-novio de su hermana mayor y uno de los chicos más populares del instituto se debaten por ella al llegarles la carta; aceptando el pacto con el segundo en el que mirarán de salir juntos como novio fingidamente.
Atractiva y fácil de empatizar gracias a que Johnson sabe mantener la agilidad y el encanto necesario al conjunto; las vivencias e inseguridades amorosas de una adolescente se ven alzadas más allá de lo mediocre de este tipo de productos, sabiendo empatizar con su personaje protagonista y dejando un puñado de decentes interpretaciones (sobre todo el conjunto femenino) liderados por Lena Condor; pudiendo ser desde su encanto un filme adolescente bastante recomendable dentro del flojo nivel habitual de las producciones cinematográficas de Netflix.
Además...
«La primera vez que nos vimos»; ligera rom-com de cierto encanto y guiños ochenteros con viajes en el tiempo incluídos
«The Babysitter»; mi explosiva canguro es una satánica
«Candy Jar»; típica comedia romántica sobre dos listillos adolescentes que aprenden a disfrutar de otras cosas de la vida más allá de su exigencia académica
«Madame Hyde»; fallida excentricidad que revisiona la novela de Stevenson y que resulta irritante en ciertos momentos, funcionando más como ideas sueltas que como un todo narrativo y sólido