Así fue la gala de los Goya 2016
Anoche se celebró la fiesta del cine español bajo la atenta mirada de los principales exponentes del sector en el pasado año, políticos, productores, periodistas y una amplia audiencia que va creciendo a grandes pasos. Además, y como hacemos habitualmente, nominamos a alguna que otra estrella internacional para que dieran caché a la ceremonia pero a las que no nos planteamos en ningún momento premiar. Hasta ahí todo como es habitual.
Ahora bien, siendo sinceros y desde mi punto de vista, ayer nos mostraron el espectáculo más soporífero de los últimos años. Es cierto que el del año pasado ya fue un poco coñazo, pero este creo yo que fue más bochornoso.
Para empezar, el realizador, nuevamente, ha hecho un trabajo nefasto. Eso es lo primero que se observa. Seguidamente, ya nos damos cuenta que el guión es muy flojo. Pasada la primera hora comprendemos que no tiene salvación, que estamos ante una gala muy deficiente.
Y ya no es solo el guión, sigo creyendo que Dani Rovira no es la elección más acertada para presentar los Goya. Aún recuerdo cuando el conductor de la gala abarcaba una única función, la de conducir, con algún chiste de vez en cuando, haciendo que fuera fluido y simpático todo. Pero sin dejar de lado el humor, claro, del cual se encargaba alguien contratado únicamente con el fin de hacer monólogos o sketches. Dani Rovira no es tan polivalente y carismático para no desgastar al espectador. ¿No podían dividir su función, como hacían antes, con sketches de los chanantes de Muchachada o monólogos de Santiago Segura?
Rovira desgasta. Además, muchos de sus chistes fueron de muy mal gusto para una gala donde nos debíamos centrar en lo cultural. Sí, la política, cultural, también tiene cabida en la gala. Lo que no tiene cabida son los comentarios machistas como el propiciado por el presentador a Inma Cuesta diciéndole «de cero a diez ¿cómo de buena estás?», o el mal rato que le hizo pasar a Antonio Bachiller riéndose a costa de su físico. Por favor, Resines, ya es hora de cambiar.
Los espectáculos muy flojos. El musical inicial fue peor incluso que el del año anterior. La magia de Jorge Blas bueno, no fue nada especial. Y Serrat quizá no fue el más indicado para conectar con el público joven, aunque tampoco queremos un espectáculo del nivel de los Fanta Awards.
En fin, que fue aburrida y larga, además que, como dijo el gran Darín, el criterio que tenían para poner la música en mitad de discursos era bastante cuestionable. No obstante, lo que importa son los resultados, y éstos han sido bastante acertados en mi humilde opinión:
- Mejor película: Truman
- Mejor director: Cesc Gay
- Mejor actor principal: Ricardo Darín
- Mejor actriz principal: Natalia de Molina
- Mejor actor de reparto: Javier Cámara
- Mejor actriz de reparto: Luisa Gavasa
- Mejor director novel: Daniel Guzmán
- Mejor actor revelación: Miguel Herrán
- Mejor actriz revelación: Irene Escolar
- Mejor guión original: Cesc Gay, Tomás Aragay
- Mejor guión adaptado: Fernando León de Aranoa, Diego Farias
- Mejor música original: Lucas Vidal
- Mejor canción: Palmeras en la nieve
- Mejor fotografía: Miguel Ángel Amoedo
- Mejor dirección de producción: Nadie quiere la noche
- Mejor dirección artística: Palmeras en la nieve
- Mejor diseño de vestuario: Nadie quiere la noche
- Mejor maquillaje y peluquería: Nadie quiere la noche
- Mejor montaje: El desconocido
- Mejor sonido: El desconocido
- Mejores efectos especiales: Anacleto: Agente secreto
- Mejor película hispanoamericana: El Clan
- Mejor película europea: Mustang
- Mejor documental: Sueños de sal
- Mejor película de animación: Atrapa la bandera
- Mejor cortometraje de animación: Alike
- Mejor cortometraje de ficción: El corredor (C)
- Mejor cortometraje documental: Hijos de la tierra (C)
Vencedora de la noche: Truman con 5 Goyas
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