«Lion»; descubrir nuestro origen para encarar el futuro

7 febrero, 20177 febrero, 2017 Jose Asensio 1 comentario Dev Patel, familia, Garth Davis, Lion, Melodrama, memoria, Nicole Kidman, Rooney Mara, Sunny Pawar

Nota:

Una de las cintas mejor posicionadas para los Oscar llega a nuestras carteleras presentándonos una sensible historia sobre la búsqueda de nuestros orígenes, de nuestro camino en la vida plasmando la novela autobiográfica de Saroo Brierley. Un melodrama de gran sensibilidad y bastante más honestidad que la media de productos fabricados para los premios de Hollywood.

El debutante en el largometraje Garth Davis – aunque ya con peso en el audiovisual como codirector de la miniserie Top of the Lake – nos narra la historia de Saroo de forma cronológica, poniéndonos en plena India rural y en la infancia de su protagonista, encontrando en esta primera parte, los momentos de mayor eficacia y cautivadora narración, sosteniendo el viaje de Saroo por las estaciones de tren, el orfanato en el que termina y la adopción de la pareja australiana con mucha más valentía y honestidad de la que vemos en este tipo de propuestas, dando un peso dramático e interpretativo al pequeño Sunny Pawar, toda una revelación en su talento.

Pocas cintas se atreverían a mantener todo el peso del relato durante una hora entera en un niño y en una mirada tan natural y dramática sobre la pobreza hindú. Todo ese primer segmento da como resultado los momentos más brillantes de Lion. Ya en tierras australianas, el peso lo recoge un muy notable Dev Patel (recordado todavía por la oscarizada Slumdog Millionaire) que comenzará a explorar sobre el vacío vital que siente, sobre la búsqueda de su familia biológica que aún sigue buscándole y aguardando su vuelta.

Secundada interpretativamente por una breve pero maravillosa Nicole Kidman como madre adoptiva y una poco desarrollada Rooney Mara como novia de Saroo; Garth Davis ofrece una segunda parte bastante más formularia, algo más previsible aunque sabe ahondar de forma natural en el drama, dejando un conmovedor final. Un drama de claros objetivos hacia el Oscar (con los Weinstein de grandes gestores) rodado con honestidad y sensibilidad que aborda las diferencias culturales, el sentimiento del adoptado y la búsqueda vital de nuestros orígenes como sosiego para nuestro futuro.