«Legends of Tomorrow» temporada 2; la Waverider se queda sin combustible

Nota:
Los juegos temporales de Legends of Tomorrow pasan de ser una oportunidad de crear complejas tramas para convertirse en un dolor de cabeza incontrolable 

La segunda temporada de Legends of Tomorrow llega a su fin tras unos escasos 17 capítulos. Escasos, como digo, en comparación con sus hermanas de CW que gozan de más episodios, pero lo cierto es que en cuanto a trama están sobresaturados de metraje sobrante. Capítulos de relleno en el guion que les ha obligado a presentar una temporada mucho más floja y carente de la frescura de la primera. 

Vuelven estos superhéroes viajeros del tiempo para enfrentarse a una nueva amenaza, La liga de Villanos. Este grupo está compuesto por tres revividos enemigos de las series Arrow y The Flash. El plan de estos será conseguir la Lanza del destino que les permitirá reescribir la realidad a su antojo evitando sus futuras derrotas.

Si bien varios de estos villanos fueron grandes rivales en sus series de origen, aquí se quedan muy lejos de aquello. Desentona exageradamente que tengan que unirse para poder derrotar a los héroes de segunda que componen Legends of Tomorrow, sin llegar a ofrecer en ningún momento una amenaza real.

El chaqueterismo como recurso base del guion

Además, desde el principio vemos cómo tras un lavado de cerebro Rip Hunter se convertirá en el rival de las Leyendas, reciclando así las páginas de la temporada anterior donde Mick Rory fue convertido en Chronos -pero no os preocupéis que él también tendrá su correspondiente cambio de líneas en varias ocasiones-. La salida de Rip obliga a Sara Lance a coger el mando de la Waverider, un líder mucho más creíble y sólido que en la primera temporada.

La temporada nos ofrece muchísimos guiños, como nos tienen acostumbrados, a cómics míticos (como Camelot 3000 o la JSA), así como a la cultura pop ya que podremos disfrutar de los cameos de George Lucas -en uno de los capítulos mejor escritos de la temporada- y de J.R.R. Tolkien. No obstante, quitando del destacable crossover Invasion!, esta temporada no veremos a la Waverider codearse con otros superhéroes del universo como ya hizo en la anterior.

Desaprovechamiento continuo 

A nivel técnico y artístico todo sigue igual, quizá mejorando un poco en  ambos apartados -lo que la sentencia es el guion-. No obstante, se nota los malabarismos que han tenido que hacer con el poco presupuesto de la producción ya que en muy pocas ocasiones veremos a héroes como Firestorm o Atom usando todo su potencial -es más, inexplicáblemente este último no vuelve a utilizar su capacidad de agigantarse-. 

Importante para el público español la incorporación del equipo de doblaje, pues por fin se ha emitido en España. Lo cierto es que se trata de un trabajo bastante pobre pero que cumple, a excepción de los cambios insufribles consecuencia de la respetable huelga de artistas del doblaje.

A nivel de personajes solo destacaré una cosa, el poco y mal papel que le han dado a Dominic Purcell aun habiendo tenido uno de los giros más impactantes en la anterior temporada demostrando sus capacidades interpretativas. En esta ocasión desaprovechan al actor y al personaje, jugando con el último nuevamente a ponerlo como objeto de odio del espectador. Toda la evolución conseguida durante la pasada etapa queda convertida en un tío que se pasa 17 capítulos tirado en un sillón bebiendo latas de cerveza.

Se aproxima el fin. Tras ver esta temporada de Legends of Tomorrow -así como las demás de DC-CW que pronto analizaremos- es inevitable pensar que en algún momento el público despertará y dejará de consumir estos productos hechos a correprisa. Una lástima pensar en lo que podría ser y no será, pero aún queda sorprendentemente espectadores de esto. Que alguien me lo explique ya que yo si la veo es por obvia obligación. 

J. Justo Moncho

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