«Cars 3», película que devuelve la saga a la pista

Nota:
Brian Fee le enchufa gasolina a un motor que parecía apagado. Cars 3 enamorará tanto a pequeños como mayores con un nuevo toque.

¿Qué es lo que te viene a la mente cuando oyes hablar de Cars? Un sentimiento de nostalgia y grandeza cuando recuerdas la primera entrega. Un gran desprecio y angustia cuando de la que hablas es de la secuela. Cars 3 devuelve a la pista a esta saga de Disney Pixar. Remontándose a los factores que hicieron de la original un éxito, nos vuelve Rayo McQueen. Volveremos a ver esos momentos épicos y también los humorísticos, pero un paso más allá. También encontramos momentos de tristeza y oscuridad.

Rayo McQueen, el bólido que se ha convertido en leyenda, vuelve a correr en la Copa Pistón. Sin embargo, en esta temporada se encontrará con novatos mejorados más rápidos que él. Esto le llevará a replantearse si debería seguir corriendo o ya es hora de ‘colgar las gomas’. Sin embargo, aparece una nueva esperanza. Se llama Cruz Ramírez, su nueva entrenadora personal, y el nuevo Centro de Entrenamiento Rasteze. O eso parece. Ramírez y McQueen se pondrán en marcha para encontrar la clave para hacer frente a Jackson Storm y su hipervelocidad. Para ello viajarán hasta la cuna del viejo Doc Hudson y entrenar duro. «El 95 no está acabado».

En esta cinta lo importante ya no es la fama ni la popularidad. El paso del tiempo, lo efímero que es el estrellato y el paso a nuevas generaciones. Este es el punto del filme que vuelven a protagonizar los coches más famosos del cine. No obstante, se vuelven a utilizar muchos clichés propios de la película original. La llegada a la última carrera del año, el entrenamiento que se vuelve diversión y una fuerte figura femenina son algunos de ellos. De este modo, se vuelve algo repetitiva pero, a la vez, emocionante al correr sobre el mismo papel pero de distinto modo.

Borrón y cuenta nueva

La segunda parte de esta saga nunca debería haber existido. Bien es sabido que es una estrategia de mechandising, pues Cars ha dado grandes beneficios a sus propietarios. No obstante, esa segunda parte fue una estrepitosa caída. Esta parte que nos llega da de nuevo vida a unos neumáticos que parecían gastados. Momentos épicos como solo Rayo McQueen sabe dar, además de impactantes sucesos melancólicos que nos ha sorprendido encarecidamente.

No es la mejor película de Pixar, ni mucho menos. Ciertos momentos pueden llevarte al más profundo sueño si no te encuentras notablemente emocionado. Sin embargo, un poco de aguante no viene mal, pues estos trances son relativamente cortos. El poderío visual que caracteriza a la compañía está desarrollado en su máximo esplendor. Como pudimos ver con Vaianaun gran colorido, preciosos paisajes y bandas sonoras geniales destacan soberanamente. ¿Recordáis esa travesía con el camión Mack hasta California en la primera película? Pues algo parecido vemos en esta nueva entrega.

Hablando un poco de la recta final del largometraje, la epicidad ha sido máxima. Podía verme sonreír como un idiota al contemplar lo sucedido. Aunque se veía venir de lejos, no era creíble. Una carrera que parecía como un sueño de moralidad y sobreposición ante la adversidad. Una carrera donde la valentía y la diversión se antepone al miedo. No, no he llorado, pero le ha faltado poco, y creo que muchos de los espectadores sentirán lo mismo que yo.

Una cinta muy recomendada para los fans de Pixar que verán como Cars vuelve a encariñarnos y emocionarnos. Recomendar encarecidamente la versión original, pues he tenido la oportunidad de visionar la película tanto doblada al español como subtitulada en inglés. Aunque no hay gran diferencia, la profundidad de las voces y, sobre todo, el tema humorístico, gana mucho en su forma más pura.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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