«Preacher» temporada 2; la adaptación de la macarrada de Ennis se desinfla

Nota:

Esta pieza puede contener spoilers de la primera temporada de Preacher.

Temporada de Preacher más floja en la que destacan las desventuras de Caraculo y Hitler en el Infierno

Acaba la nueva temporada de Preacher, adaptación del famoso cómic Predicador creado por Garth Ennis y Steve Dillon (el cual nos dejó el pasado año). Una serie tan polémica como su obra original, pero con un indiscutible encanto que proviene de las ganas de sus creadores por divertirse.

El último capítulo del año pasado nos mostraba a Jesse cortando sus lazos con el pueblo que sirvió de escenario y emprendiendo un viaje por carretera junto a Tulip y Cassidy en busca de Dios, literalmente, el cual ha abandonado su puesto. Lo que parecía que daba inicio a un formato roadmovie que es en el que se basa el cómic, se convierte pronto en únicamente un cambio de escenario a Nueva Orleans, en concreto un barrio del que apenas salen, en concreto un antiguo edificio y apartamento del que tampoco salen.

La búsqueda de Dios en garitos de Jazz

Este viaje en carretera que dura apenas tres capítulos es lo más destacable de la temporada. Tiene un primer capítulo redondo y adrenalínico donde nos muestra a su nuevo antagonista, El Santo de los Asesinos. Este villano escapado del Infierno para acabar con el predicador se convierte en un digno rival que les obliga a huir sin descanso, hasta que deciden resolverlo de forma un tanto ridícula y rápida.

Pero bueno, necesitaban tiempo para… para nada especial, pues la temporada es eso (junto a la búsqueda de Dios) y el enfrentamiento contra una organización secreta con tipos muy raros (que resulta un peñazo importante). Como es obvio, también se destina un capítulo para indagar en el pasado de cada uno de los personajes y donde conoceremos hasta a parte de la familia de Cassidy.

Ahora bien, el que diría que es el verdadero protagonista y por el cual he aguantado la temporada de Preacher al completo es Caraculo. Vemos cómo se resuelve en el Infierno y busca encajar en él pese a que no es el lugar que debería estar, sino que fue Jesse utilizando Génesis el que lo puso ahí. No obstante, Caraculo recibirá la ayuda para volver a donde corresponde de un nuevo amigo y vecino de celda: Adolf Hitler.

Se añora la primera temporada

Mantiene ese espíritu macarra, sinvergüenza y desatado de la primera temporada, algo necesario para una adaptación de este cómic. Tenemos a un personaje llamado Caraculo, a Hitler, a un predicador alcohólico, un vampiro yonki, un ángel homosexual… Hay que ver la serie sabiendo lo que te esperas y con ganas de pasarlo bien con un mero entretenimiento… para la primera temporada.

La segunda me duele decir que no está a la altura ya que era la que pensábamos que se reconciliaría con el cómic, aunque seguimos teniendo un trabajazo de Ruth Negga (la cual se come al resto). No le ha sentado bien el intentar reconducirse.

Ahora bien, mantiene ese espíritu de juguete de Rogen con el que tanto él como sus otros creadores se lo han pasado bomba otorgando al espectador un sinfín de divertidos recursos para grabar escenas muy dignas de enmarcar. Parece que no les queda nada por explorar, pero seguro que finalmente nos vuelven a sorprender. Veremos qué nos depara la siguiente temporada. ¿Un enfrentamiento entre Jesse y Caraculo?

J. Justo Moncho

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