50 Festival de Sitges – Día 3: The Book of Birdie/ O Animal Cordial/ The Bad Batch/ Hounds of Love
Tercer día del festival que comenzó muy temprano con las evidentes quejas por parte de todos los integrantes de la prensa ante el desastroso uso de los pases de prensa y las reservas vía web; quedándonos muchos con facilidad sin las proyecciones que deseábamos; tema que desde hace unos años el Festival tiene que mejorar para el trato de los trabajadores de la prensa, ante un certamen que cada vez mira más hacia el fan y las taquillas, perdiendo parte de la prensa especializada la oportunidad de divulgar sobre las cintas más concurridas y esperadas de cada jornada.
Pero más allá de esta indignación (ya son unos cuantos años), la gran protagonista de la jornada fue Susan Sarandon que en la tardía madrugada presentó el pase especial de The Rocky Horror Picture Show y recibió el Premio Honorífico; una fiesta que acabó casi a las 5 de la madrugada tras a ver estado rodeados durante toda la jornada por hordas de maquillaje zombie del ya popular desfile nocturno con Robert Englund como maestro de ceremonias. También gran éxito el programa doble con la presencia de Guillermo del Toro y Dario Argento de Crimson Peak y la versión restaurada 4K de Suspiria. El estimado actor y director Santiago Segura recibió también el premio homenaje Màquina del Temps antes de la proyección de la comedia argentina Sólo se vive una vez.
Ante tan revuelo y dificultad de encontrar pase para las películas más potentes del día (Muse, The killing of a Sacred Deer o Les affamés) me vi dirigido a la pequeña (y aún mejorable) Sala Tramuntana para ver tres películas de la siempre interesante sección Noves Visions, además de añadir mi reseña sobre la segunda película de Ana Lily Amirpour, The Bad Batch con la propia cineasta presente en el pase único hecho en el Retiro.
The Book of Birdie (Elizabeth E. Schuch, USA) – Noves Visions Plus
Huérfana y con su abuela como tutora, la joven Birdie es internada en un convento de monjas para que encuentre su lugar e incluso pueda encontrar su rumbo como novicia y dedicada a Dios. Birdie es una chica frágil, introspectiva y que parece tener ciertos dones extraños que los demás no tienen. E. Schuch realiza un ejercicio extraño que mezcla la iniciación adolescente y su proceso de cambio con cierta simbología e interpretaciones católicas; mostrando una mirada estrambótica de la fe religiosa.
La cinta ofrece un retrato de la adolescencia femenina extraña y visceral dentro de un clima de reclusión y rutina religiosa, lo cual lleva a Birdie tener una mezcla de interpretaciones sobre sus cambios y ciertos acontecimientos que no termina de aclararse ni siquiera para el espectador. Sus inicios sexuales (con la hija del jardinero), sus primeras menstruaciones o el don de ver a ciertos espíritus son algunas de las cosas que Schuch narra con una cuidada estética que mezcla incluso elementos de animación.
Dentro de la dificultad de decodificar y de interpretar un mensaje que falla en su transmisión, la película llega a encontrar algún momento logrado cuando sus vertientes más religiosas no nos resultan tan extrañas e incluso ciertas situaciones se toman con un ligero humor negro – la monja ahorcada que habla con Birdie, como gran ejemplo – que es de agradecer dentro de un conjunto que no conecta con nosotros, que busca perturbarnos y que decodifiquemos sus símbolos sin saber trazar con habilidad esta delirante mirada a la fe y a la fase adolescente.
Valoración: 4/10
O Animal Cordial (Gabriela Amaral Almeida, Brasil) – Noves Visions One
Con fuerte experiencia en los escenarios teatrales, la brasileña Gabriela Almeida se atreve a trasladar su habilidad al formato cinematográfico ofreciendo una propuesta que utiliza los códigos del género para realizar un profundo ejercicio sobre la situación social actual y las verdaderas perversiones del ser humano contemporáneo.
Almeida nos presenta sólo un escenario, un restaurante a punto ya de cerrar la cocina que tiene en su interior a los últimos clientes del día y capitaneado por un jefe ambicioso, que busca aumentar la reputación del local con una inminente visita de una famosa periodista. Además de él, se encuentra una camarera insegura y un cocinero travesti angustiado y que desea dejar el trabajo; además los clientes están formados por un solitario hombre maduro y una pareja pretenciosa y con ínfulas de alta clase. De repente, aparecerán dos ladrones para atracarlo y todos sacarán su verdadera cara.
La cinta conjuga un profundo estudio sobre la condición humana, un sutil y dramatúrgico ejercicio de género que saca a partir del retrato de sus personajes muchas de las lacras de la sociedad actual – homofobía, inseguridad, machismo o falsedad – y los instintos más primitivos – violencia y deseo sexual – aderezado todo por la dosis necesaria y contundente de gore y de giros de guión, la convierten en una de las más agradables sorpresas de lo que llevamos de festival.
Un estudio sobre la falsedad y egoísmo del ser humano contemporáneo que indudablemente merece la necesaria atención, aunque se le pueda pecar de algún efectismo o giros algo arriesgados; su valor como profundo estudio de personajes y su rica crítica social brillantemente interpretada por un entregado plantel de actores(ices) confirman a la cinta de Almeida como una de las películas a reivindicar de esta edición.
Valoración: 8/10
The Bad Batch (Ana Lily Amirpour, USA) – Sessió Especial
Con un año de retraso tras su presentación en el Festival de Venecia donde se alzó con el Gran Premio del Jurado, la distópica segunda película ya en tierras estadounidenses de la iraní Ana Lily Amirpour pudo al fin disfrutarse en Sitges, lugar en el que su ópera prima fue una de las sensaciones del año, y recién estrenada además en el catálogo de Netflix.
Amirpour vuelve a retratar y poner el foco en los personajes marginados de la sociedad, si en A girl walks home alone at night eran vampiros, prostitutas y camellos en la ficticia Mad City iraní; aquí lo son inmigrantes ilegales, caníbales y drogadictos. En un desierto texano donde la ley es sólo la supervivencia tras la frontera y las políticas que una futura Estados Unidos realizará y que desechará a todo el que no aporte en “el país de las oportunidades”.
A ese desierto tras la frontera va a parar la heroína principal – gran encarnación por parte de la modelo Suki Waterhouse – y tras huir de la horda de caníbales que le amputarán un brazo y una pierna terminará formando tándem con uno de los hipermusculados en búsqueda ambos de la misma niña, hija adoptiva (o por las circunstancias) de este último. En ese mundo sin ley donde además del clan Bridge hay uno dominado por un Deejay que surge como líder sectario y que ofrece a sus seguidores discoteca, LSD y la promesa de un viaje a lo que él llama: El Sueño; que se hacen llamar The Confort.
Amirpour vuelve a dejar elementos estéticos cercanos al western, además de tejer un universo aún más visceral que el de la saga Mad Max y atreverse a ofrecer por encima de la acción un discurso critico sobre las políticas de inmigración, las fronteras y la diferencia de clases. Todo bordado por una cuidada estética posmoderna que basa muchas de sus secuencias más plásticas a una cuidada selección musical que va desde el hip-hop más actual, al pop de los ochenta o al rock indie de White Lies (a los que ya uso excelentemente en una secuencia memorable de su ópera prima); además de un juego lumínico que mezcla la enorme luz solar con otras secuencias iluminadas por neones.
Esta claro que The Bad Batch funciona mejor en su estética y en sus reflexiones sociales que como ejercicio narrativo, ya que aunque los personajes son excéntricos y sus actores saben dotarle del carisma suficiente – destacar a un ambiguo y mesiánico Keanu Reeves o la muda aparición de Jim Carrey -, no sabemos nada de su pasado y no se salen del esquema base que tiene determinado, ni siquiera de la heroína protagonista (Suki Waterhouse). Y Amirpour alarga en demasía muchas de las secuencias a cámara lenta, perdiendo la solidez y el universo que nos depara su primer tramo.
Amirpour ofrece una cinta más irregular que en su muy notable ópera prima, pero sin duda sabe discurrir un universo personal que la ha llevado ya a la primera línea de cineastas dentro del género; ofreciendo una obra de gran logro formal y que encuentra el momento sociopolítico apropiado ante el pánico que causan las propuestas migratorias del nuevo Presidente de Donald Trump.
Valoración: 6/10
Hounds of Love (Ben Young, Australia) – Noves Visions One
Cogiendo el arquetipo de víctima-rehén sexual, el australiano Ben Young ofrece un estimulante debut que sabe ofrecer las suficientes novedades y rupturas para construir una obra realmente perturbadora e inquietante que hubiera sido seguro aplaudida por el John Carpenter de la época donde se sitúa la historia, en 1987 y que puede ser uno de los títulos de la edición.
Desarrollando los dos frentes narrativos, Young presenta a una adolescente con padres divorciados que odia a la que culpabiliza de la situación y tacha de egoísta; que una noche huyendo de casa de su madre para dirigirse a una fiesta terminará siendo secuestrada por una joven pareja experta en estos crímenes que la atraerán primero, para posteriormente mantenerla cautiva en su residencia, siendo utilizada de macabro objeto sexual y de tortura.
El argumento no resulta excesivamente original pero los diferenciales que hacen que Hounds of Love sobresalga de la media está en el rico desarrollo y estudio de los personajes; además de un magnifico uso de la violencia fuera de campo, más inquietante que muchas de las cintas gore que vemos cada año en el festival; cerrándonos incluso la puerta en los morros en una de las violaciones a la chica.
A diferencia del cine de secuestros habitual, Young no sólo desarrolla a la víctima y a sus allegados sino que ofrece también todo el marco de la pareja criminal, mostrándonos sus problemas y situaciones; en especial a destacar la riqueza y dibujo emocional de los personajes femeninos, magníficamente interpretados por una excelente Emma Booth, Ashleigh Cummings y Susie Porter. Desarrollando a todas ellas una conexión y profundidad sobre el amor maternal más profundo de lo que podremos ver en cintas así.
No todo es perfecto evidentemente, a la cinta le cuesta arrancar y aunque eso aporta la sensación de crescendo eficaz; en su primer tramo abusa por momentos de trucos estéticos (cámara superlenta) que aunque otorgan una extraña atmosfera no termina de cuajar dentro de tan definido y sólido trabajo de guión, sobretodo en un sus complejos personajes.
Valoración: 7/10