«Buybust»; filme de acción sobre el narcotráfico en las Filipinas que tarda demasiado en entrar a fondo en la pelea
Excesivas dos horas tiran bastante por tierra a Buybust y su crítica a la corrupción filipina y el papel del mercado de la droga que sólo resulta disfrutable cuando Anne Curtis comienza a repartir cuchilladas por doquier
Lanzada en Netflix tras su paso por la sección Òrbita de Sitges 2018; Erik Matti reúne a las superestrellas de acción Anne Curtis y Brandon Vera en este filme excesivo en metraje y al que le cuesta arrancar aunque nos satisfaga en su tramo de acción más salvaje y contundente y termine revelando una crítica al interesado poder de la droga y sus jefazos en la sociedad filipina.
Tras ver el entrenamiento de un grupo de élite de la agencia antidroga; el equipo será enviado a una zona deprimida de Manila dominada por poderosos jefes de la droga en el que terminarán siendo tendidos por una extraña trampa y atrapados en esa zona suburbial por un montón de hostiles y ciudadanos que les acechan; revelándose tras ello un presunto soplo desde la policía y su agencia y los tratos e intereses entre el cuerpo y los jefes de la droga.
Buybust tarda en arrancar y resulta poco original en su desarrollo y muy plana y lánguida en su primera hora. En cuanto Curtis y Vera quedan prácticamente sólos peleando contra la marabunta el filme encuentra su mejor momento, resultando más disfrutable, lúdica y violenta. Sin ir más allá de ello, Buybust falla al resultar tan perezosa en su inicio y excederse por ello en metraje dentro de una narración bastante más simple en líneas generales. Resultando poco estimulante a los muy familiarizados con el cine de acción, aunque resulte eficaz su crítica a la realidad de los corruptos poderes de Filipinas.