A cuchilladas con los Peaky Blinders


Peaky Blinders es una serie británica emitida a través de la BBC, en concreto de BBC Two. La serie se ambienta en un Birmingham de los años veinte, atestado por las familias mafiosas más influyentes del país. Los Peaky Blinders, como imaginareis, es una de estas familias formadas por el apellido de los Shelby. Nuestro protagonista será en este caso el jefe de dicha familia, interpretado por un carismático Cillian Murphy (actor que aparece en películas como 28 días después o Batman Begins como “el espantapájaros”).

A priori, puede parecer una imitación a la inglesa de otras series mafiosas ambientadas situaciones similares, tales como Boardwalk Empire, pero desde el primer capítulo dibuja una marca totalmente diferente a la que estamos acostumbrados a ver. La trama principal de la serie se complica cuando los Shelby “toman prestadas” por error un pequeño cargamento militar (nada, algo así como unas dos mil armas pesadas) que obliga al gobierno británico a intervenir por miedo a la IRA (malditos republicanos).

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Si has leído hasta aquí y no te ha atraído para nada no te preocupes, leyendo esta crítica no conocerás la esencia de la serie. Es como un no sé qué que qué sé yo. Empecemos por los personajes. Evidentemente todo personaje tiene su matiz, pero debemos hacer especial hincapié en Tomas Shelby (Cillian Murphy), Alfie Solomons (Tom Hardy), Arthur Shelby (Paul Anderson) y el prehistórico jefe de policía Chester Campbell (Sam Neill).

En general, sus actuaciones son muy acertadas a su situación, algo que logra ir construyendo poco a poco un carisma prácticamente indestructible. La interpretación de Sam Neill como jefe de policía da asco ¡y ojo!, que eso es algo genial. Prácticamente nos obliga a querer escupirle a la cara. La personalidad de criminal judío más temerario de Londres incluso se echa en falta. Tom Hardy no disfruta (desgraciadamente) de tantos minutos en pantalla como otros tantos personajes, pero su figura indudablemente se realza sobre muchos de ellos.

El personaje de Arthur es una mezcla de locura y tristeza. Te da ganas de abrazarlo mientras sostienes un cuchillo en una de tus manos por si acaso. Finalmente el líder de la agrupación, por así decirlo, es quizá uno de los mejores que haya visto en bastante tiempo. Y para que engañarnos, los protagonistas fríos y calculadores nos encantan.

En cuanto a la banda sonora de la serie nos encontramos con una mezcla única de imágenes de principios del siglo XX con las guitarras  de los Artics Monkeys, Ane Brun y su All my tears o Out of the Black de Royal Black. Excelente selección de música que nos sumerge hasta lo más hondo en la trama, sintiendo casi los cortes de las cuchillas de los Shelby en nuestras carnazas.

En conclusión, serie infravalorada que puede estar perfectamente por encima de otras muchas como The walking dead o Homeland (no es muy difícil), que cuenta con personajes únicos, inteligentes e incluso a veces graciosos de lo tontos que son (pobre Arthur). Una de sus «ventajas» es la concentración de la trama en solo seis capítulos por temporada (se espera una tercera temporada para otoño). Recomendadísima, una serie que te deja con ganas de más después de cada capítulo, «The bloody Peaky Blinders!».

Javier Sólvez

Javier Sólvez López ha escrito 219 artículos en Ciempiés.

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