«Arma Letal (TV)», ¿era necesaria la adaptación televisiva?

Nota:
Clayne Crawford es el único que se libra en esta repetitiva adaptación de Arma Letal

Conocida como la saga de películas que tuvo su origen en 1987, Arma Letal vuelve en forma de serie. La pregunta es ¿era necesaria la adaptación a televisión? La respuesta es clara: no. Muchas han sido las series que han tratado el género policíaco con independencia de episodios y esta no es una novedad. Un fino hilo argumental conecta las diferentes aventuras de los protagonistas, pero este se queda en segundo plano. Algo que, para mí, es un error, pues resulta más interesante el comportamiento psicótico de Martin Riggs que los casos aislados a los que se ven arrastrados.

La serie nos presenta, por quinta ocasión, a los investigadores Martin Riggs y Roger Murtaugh, de la policía de Los Ángeles. Mientras que Murtaugh disfruta de una vida sana, una familia modelo y un expediente ejemplar, Riggs es una persona pesimista, autodestructiva y triste, comportamiento promovido por el reciente asesinato de su esposa. A lo largo de su reciente unión como compañeros, ambos inspectores tendrán que hacer frente a delitos que ponen en el punto de mira al cártel de Tito Flores. Estos sucesos irán entrelazándose con la situación que Riggs experimenta.

Demasiados capítulos para tanta repetición

El comienzo resulta muy emocionante. Acción muy bien preparada con un personaje muy carismático hace atractiva su visionado. Sin embargo, esto se va perdiendo en la rutina y vemos cada vez más una repetición de encuentros en la oficina, informe de delitos (que casi siempre suelen ser asesinatos) y la investigación del caso que acaba en un interrogaciones, persecuciones y disparos. Mientras tanto, como bien hemos dicho antes, una trama paralela donde Riggs hace la cruzada en solitario para intentar redimirse de la culpa que le carga de la muerte de su esposa.

Los 18 capítulos que componen la serie se convierten en cargantes repeticiones de una trama que no acaba. La insistencia de mostrar una y otra vez acciones del cartel, amenizados con interesantes persecuciones y tiroteos y la consecuencia en el carácter de los protagonistas, se convierte en insoportable al cabo de pocos capítulos. Además, cabe preguntarse si se lleva tal cachondeo en una institución que debería proteger la sociedad como es una comisaría.

Personajes complementarios sin equilibrio

Los personajes principales, interpretados por Damon Wayans (Roger Murtaugh) y Clayne Crawford (Martin Riggs) no llegan a conseguir el equilibrio necesario. Mientras que el personaje interpretado por Crawford propone una figura graciosa, interesante y carismática, su complemento de Wayans hace que te entren ganas de abandonar la serie. Así, mientras que el primero tiene un trasfondo con algo de atractivo y que puede hacer que te llegue a enternecer, el segundo consigue sacarte de tus casillas con su comportamiento, su superioridad injustificada y su extrema cursilería con su pareja.

El resto de personajes no tienen la oportunidad de destacar. Las que más chupan cámara tras los protagonistas son Jordana Brewster (Maureen Cahill), conocida por la saga Fast & Furious, y Keesha Sharp (Trish Murtaugh). Mientras que la primera realiza un papel correcto como psicóloga de la policía, con su cierta importancia en la trama, la segunda resulta tan insoportable como su pareja ficticia en la producción. Siento decirlo pero todo lo relacionado con Murtaugh acaba atragantándose y es un personaje que, aunque sepamos que es imprescindible por la adaptación, no lloraría nadie por su muerte o desaparición.

La continuación excesiva de esta saga de cine no le ha hecho ningún bien. Una serie más de investigaciones de crímenes pero sin las especificaciones que han traído otras. Sin excesivo ahínco en pequeños detalles, señales del delito ni pruebas. Únicamente basados en conjeturas, rumores y, en algunas ocasiones, contactos son las bases para las inspecciones. El gran salvado en esta ocasión es Crawford que, aunque no sea ni mucho menos una estrella, permite amenizar la tortura de esta serie con su carácter desenfadado a la vez que traumático, viendo una ligera evolución en su personaje.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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