«Hasta los huesos»; accesible y cercana mirada a los trastornos alimentarios
Guionista de películas como Soy el número cuatro y el remake de Noche de miedo, Marti Noxon dirige y vuelve a escribir esta nueva película del catálogo original de Netflix de aires autobiográficos y que ofrece una visión documentada y cercana de trastornos alimentarios como la anorexia.
Una joven anoréxica afectada por la incitación al suicidio que propinó a una adolescente sus populares dibujos en redes sociales llega a un centro con métodos poco convencionales para recuperarse de su trastorno; allí se relacionará con compañeros con trastornos similares y reconstruir su mala relación con su desestructurada familia.
Noxon teje una cinta cercana, que sabe plasmar la complejidad y heterogeneidad de los trastornos dentro de una puesta en escena y tono convencional; cercano al público adolescente, sin frivolizar ni buscar el sensacionalismo. Plasmando una visión global entorno a su protagonista y en las relaciones de los que les rodean, tanto su familia como a esos compañeros del centro.
La joven Lily Collins compone la interpretación más notable y madura de su carrera y, aunque sin brillar como para llegar a los Oscar, sabe ser un personaje bien dibujado y complejo. Menos conseguidos están los secundarios, sobretodo el resto de jóvenes internos del centro que aunque sirven para plasmar la particularidad de cada trastorno y de cada individuo resultan más superficiales y la subtrama romántica no nos conquista y resulta casi innecesaria.
Hasta los huesos sabe ofrecer una mirada documentada y cercana sobre la anorexia y los trastornos alimentarios, aunque tenga una puesta en escena convencional si resulta una buena propuesta para los adolescentes y padres, y para que pueda concienciar más sobre uno de los trastornos más extendidos y preocupantes de la sociedad occidental.