Lost River
Título original: Lost River
Año: 2014
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos
Director: Ryan Gosling
Guión: Ryan Gosling
Música: Johnny Jewel
Fotografía: Benoît Debie
Reparto: Christina Hendricks, Saoirse Ronan, Iain de Caestecker, Matt Smith, Eva Mendes,Ben Mendelsohn, Barbara Steele, Reda Kateb, Demi Kazanis, Carey Torrice,Torrey Wigfield, Garrett Thierry
Productora: Bold Films / Marc Platt Productions / Phantasma
Género: Fantástico. Thriller | Sobrenatural. Familia. Cine experimental
Web oficial: http://lostrivermovie.com/
Sinopsis
La historia tiene lugar en el entorno surrealista de una ciudad que se desvanece. Cuando un adolescente descubre un camino secreto hacia una ciudad subacuática, su madre se ve arrastrada a un macabro submundo de fantasía. (FILMAFFINITY)
El peligro de tener un nombre
El debut de Ryan Gosling en la dirección no ha sido especialmente alabado por la mayoría de la crítica, algo que bajo mi punto de vista es debido en buena medida a las expectativas creadas por su carrera como actor, una de las mejores de su generación. Esto, junto al arriesgado género al que pertenece la película, ha producido en gran parte las habladurías de sus detractores, que sin embargo después son capaces de encumbrar obras parecidas, a veces pretenciosas a rabiar.
Lost River fluye en una ciudad onírica, léase Detroit, manteniendo en todo momento un halo de surrealismo en el que la imagen lleva todo el peso del film; los diálogos son en ocasiones inexistentes y en otras de tendencia absurda, de vuelta al surrealismo. La fotografía se convierte en el elemento central de la película, de aspecto descuidado pero sabiendo encajar cada plano de una forma sugestiva.
El uso preciso y precioso de los colores en cada fotograma, sobre todo verde y rojo, nos transporta inevitablemente a los films de Nicolas Winding Refn, con quien Gosling ha trabajado en Solo Dios perdona (2013) y Drive (2011), que junto a elementos propios del cine de Lynch o Dario Argento, hacen de la película una delicia visual para los amantes del género que, por otro lado, sacará de sus casillas al público más convencional o a los que intentan buscar el sentido de todas las cosas.
Lost River se presenta como un relato, o anti-relato, muy turbio que nos muestra una serie de personajes tan extraños como atractivos en un mundo onírico que los ahoga. De este modo aparece una convincente Christina Hendricks, vista en la serie Mad Men o la ya nombrada Drive (2013), interpretando a una madre soltera con dos hijos cuyo destino se ve envuelto en un truculento submundo al que la empuja un siniestro Ben Mendelsohn trabajando en un sangriento cabaret. Por su parte, uno de sus hijos, al que da vida Ian de Caestecker, visto en la serie Agents of S.H.I.E.L.D., que se dedica a buscar chatarra y tiene que lidiar con un desequilibrado criminal, Matt Smith (Terminator: Génesis, Alan Taylor (2015)). Además de la aparición de una recatada Saorise Ronan (Gran Hotel Budapest (Wes Anderson, 2014) o Hanna (Joe Wright, 2011)), una divertida Eva Mendes (vista últimamente en obras de autor como Holy Motors (Leos Carax, 2012) o Cruce de caminos (Derek Cianfrance, 2012) y la musa del cine de terror italiano de los 60, Barbara Steele.
La historia queda supeditada a un segundo plano, pero sin que lleguen a aparecer imágenes intranscendentes. Cada imagen suma, nunca resta, para contar una historia que en otro género habría sido simple, rayando lo morboso y estéril. Gosling la convierte en un entresijo de situaciones surrealistas donde la mente del espectador debe estar despierta para montar el puzzle, su propio puzzle, teniendo presente que puede no encontrarse con todas las piezas, sin que esto se convierta en un problema.
Valoración (sobre 10): 7
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