«Villa Touma»: El conflicto desde el aislamiento

El aislamiento como forma de protección contra el horror de una guerra, mientras se forman no peores conflictos interiores. Así es como tres hermanas de Ramallah luchan por sobrevivir bajo la ocupación israelí, un escenario que se hace mucho más presente de lo que parece tanto dentro como fuera de la película.

Y es que se trata de un film que mantiene polémica incluso en su financiación por parte de Israel, que debido a la intención de la directora de nacionalizarla palestina, renegó de la cinta dejándola sin nacionalidad. Suha Arraf, en lista negra de las autoridades israelíes a pesar de sus orígenes, dirige de igual forma un film que al igual que el Estado Palestino carece de una tierra determinada. No es un drama puramente político, aunque el hecho de localizarse en medio de un conflicto hace inevitable la trascendencia.

Maria Zreik, a la izquierda, junto a sus tías en la ficción: Cherien Dabis, Nisreen Faour y Ula Tabari.

La aristocracia palestina cristiana, representada por las tres hermanas, que tratan a toda costa de sobrevivir bajo la ocupación israelí desvinculándose por completo de sus compatriotas musulmanes. En esta situación aparecerá una sobrina, salida del orfanato, y es entonces cuando los recuerdos les harán revivir épocas pasadas. Como si del comienzo del cuento de la Cenicienta se tratase, vemos cómo los rencores y frustraciones de las mayores, principalmente, son volcadas sobre la nueva inquilina.

La película está narrada de forma teatral, con grandes silencios donde se pueden escuchar los disparos y bombas que provienen del exterior, y que nunca veremos, así como el intenso sonido del reloj del salón de la vivienda que nos remite a ese paso lento y angustioso del tiempo. Las protagonistas viven aisladas por elección, inmersas en la fe y ancladas en un pasado que saben no volverá. Sin embargo, es ese hecho de aislamiento, de ojos ciegos a la situación del resto del pueblo palestino en Cisjordania, el que les hace seguir adelante y a la vez ahogarlas.

Cherien Dabis y Maria Zreik en una escena del film.

Un film muy interesante y original en cuanto a su desarrollo que, a pesar de tratarse de una tragedia, como no puede ser de otra forma, combina pequeños elementos de humor con drama psicológico. Además cuenta con una fotografía muy trabajada que hace hincapié en el detalle.

Valoración (sobre 10): 7

Gabriel Martínez Ruibal

Gabriel Martínez ha escrito 143 artículos en Ciempiés.

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