La suplantación del Joker

¿Que Joker significa bromista? Lo habré entendido mal. Tendré que revisar mi B2 y volver a mirar en el diccionario para encontrar de nuevo el término «Joker». Parece ser que Warner Bross ha sustituido el significado original por el de «individuo que, sea la circunstancia que sea, se ríe». Ya reclamamos en su momento la verdadera personalidad de Superman (más bien de Clark Kent) y esta vez escribiremos un manifiesto mucho más agresivo contra aquellos que se atreven a empapar la figura de uno de los iconos populares más valorados de los cómics.

David Ayer entra en la sala de accionistas y productores y dice: “De acuerdo. Les he consultado a mis sobrinos, que siempre están viendo Boing, y me han contado que el Joker es un personaje muy loco. Sin más. Así que vamos a contratar a un actor carismático y le diremos que siga el patrón de risa-tick. Creo que con esto podremos superar al Joker de Heath Ledger y ganar más pasta”.

Ahora Ayer justifica la escasez del personaje declarando que tenían pensadas mil cosas más que contar sobre el payaso, como la causa de su dentadura. Es como cuando cortas con una ex y él/ella no quiere entenderlo. Déjalo estar. Se ha acabado. David, la relación entre tú y yo no funciona. No intentes ahora arreglarlo a posteriori metiéndome más de tus fichas de photoscape ni de tus flashbacks encajados con calzador.

Viñetas de Azarello en «Joker» (2008)

Los personajes no se forman con una ficha técnica, se conocen por sus actos. El Joker no refleja su locura en su piel (el famoso “damaged”), sino que lo demuestra en cada una de sus acciones. Sus giros inesperados y sus bromas sádicas. El Joker no es un carnicero sin más, es un payaso del crimen. Te corta un brazo y te pregunta si necesitas que te eche una mano. El Joker no ríe sin más. Se ríe de la ironía de la vida, de la complejidad del pensamiento, de los malos días que forman grandes villanos o grandes superhéroes. El Joker se ríe de su propia muerte.

La estética va aparte. Esta figura es algo mucho más grande que eso. Algo sin forma. Como incorpóreo. Por mi como si lo vestís de mimo la próxima vez (espero que esto no lo esté leyendo Ayer) con tal de que mantenga todo lo que es en realidad el verdadero payaso de Gotham city.

Suena la puerta de la sala de accionistas. Esta vez tímidamente. Es Jared Leto. “Amigos, hay muchísimo más material que no se ha emitido y que arreglaría por completo al personaje”. Aparece un don nadie entre los asistentes. “¿También la preocupación constante que el Joker siente por Harley Quinn, cuando en realidad no debería de sentir nada por nadie? Se hace un silencio incómodo.

Con este mensaje no quiero desanimar a la gente para que no vea la película. Adelante, véanla, pero os aseguro que no verán al Joker. A nada parecido. El Joker aparecía en las anteriores adaptaciones cinematográficas, en las viñetas de Moore, las historias de Azarello y las cuerdas vocales de Hamill. Repito, con este mensaje no quiero desanimar a la gente porque… un mal día lo puede tener cualquiera.

Javier Sólvez

Javier Sólvez López ha escrito 219 artículos en Ciempiés.

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