«El espejo de los otros», entretenida y aburrida a partes iguales

Nota:

Una última cena cada noche. Una última cena que cambiará la vida de los comensales. Así se describen las cuatro más una veladas que para nada tienen relación entre sí. La única conexión es el lugar, El Cenáculo, una catedral en ruinas que sirve para desentrañar los distintos entresijos y vergüenzas de cada uno de los grupos que se congregan para saborear tanto la exclusividad como la lujosa comida y los magníficos ritmos que proporcionan la profesional banda que se congrega allí.

Esta película argentina, dirigida por Marcos Carnevale (Corazón de león, Viudas, Anita y Tocar el Cielo, entre otras), que narra diferentes historias que se asemejan en la complejidad que transmiten a la vez que hacen que el espectador aumente su interés hacia lo que ve, fusionándose más y más con los personajes y convirtiéndose en otro comensal. Cierto es que no todas reuniones transmiten el mismo atractivo y alguna puede llegar hasta a aburrir, pero esto no hace que la trama pierda su fluidez. Además, la rareza de que no se mantenga un hilo en toda la película hace que te extrañes y a la vez te reinventes, como si estuvieses viendo otra cinta diferente (siempre caracterizada por el mismo escenario).

En cuanto al reparto, todos y cada uno de los actores encuentran su lugar exacto en el momento preciso. Las interpretaciones hacen que haya una gran fluidez además de una diferenciación concreta entre cada una de las tramas que se imponen. Resumiendo, grandes actuaciones que facilitan la comprensión y aportan brillantes caracterizaciones.

Para finalizar, decir que me habían hablado de este filme como que apuntaba a rollo total. Nada más lejos de la realidad. Cada una de las veladas te introduce de lleno en la trama, queriendo saber más, por lo que recomiendo esta producción argentina que se estrena este viernes en España, aunque puede haber momentos en los que bostecéis.

Jorge Martínez

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