«Under the Shadow»; terrorífica angustia en la arcaica Teherán»
Una de las cintas más sorprendentes del pasado Festival de Sitges y que terminó recogiendo el reconocimiento a Mejor Película en la sección Noves Visions One, además de ser una de las cintas más nominadas en los premios del cine británico independiente, fue esta cinta iraní que supone el notable debut de Babak Anvari en el largometraje y que desde antes de su proyección al festival fue conocida como “el Babadook persa”. Ya pueden disfrutarla en nuestro país desde la plataforma Netflix.
Aunque esa relación con la fantástica cinta de Jennifer Kent – Premio del Jurado en Sitges hace dos años y una de las cintas de terror más formidables de lo que llevamos de siglo – puede ser algo gratuita, para mirar de atraer la expectación que aquella supuso, no son pocas las relaciones temáticas y de puesta en escena que las relacionan; siendo en ambas la angustia de una madre y su hija hacia un ente oscuro y sobrenatural, salvo que en este debut de Babak Anvari, el thriller psicológico se cambia por una evidente crítica sociopolítica a Irán y sus arcaicas y religiosas formas de construir una sociedad en la que la mujer es la gran derrotada.
Ya desde el inicio Anvari nos presenta a una madre moderna, intelectual y que, a causa de sus relaciones ideológicas en la Revolución del 79, ve frustradas sus opciones de continuar sus estudios universitarios de Medicina. Ante tal tradicional y represiva sociedad, la casa termina siendo su único lugar de fuga de esa opresión; quitándose el obligado velo del cabello, hacer aeróbic con las cintas de VHS del programa de Jane Fonda y educando a su hija como le parece. La obligación de su marido de partir como médico a la guerra, deja a ambas solas en ese hogar y se verán atacadas por un Djinn oscuro y por el miedo constante de los bombardeos que asolan Teherán.
Anvari desarrolla con sobriedad y excelente eficacia la creciente atmósfera de angustia y opresión de madre e hija, buscando un desarrollo creciente del terror sin necesidad de efectismos, a partir de una puesta en escena elegante y de saber desarrollar dentro de las pautas del género, el marco sociopolítico de Teherán, siendo evidentes sus relaciones entre lo sobrenatural y la aún más oscura realidad del país.
Con dos notables interpretaciones de madre (Narges Rashidi) e hija (Avin Manshidi), Babak Anvari conforma una de las revelaciones de la temporada y una poco utilizada relación de lo sobrenatural y del género puro con una potente crítica al régimen iraní y a los arcaicos comienzos que tuvo en los años ochenta.