Fahrenheit 451: El arte de ver arder un libro.
Fahrenheit 451 principalmente la trama es básicamente eso, ver arder libros. La sociedad se basa en ser feliz y como escuche una vez hace ya bastante tiempo «Quien es inculto acaba por ser feliz» y no le falta razón. Los libros han sido desde siempre fuente de conocimiento y por ello pensamiento, cosa que no ha todas las religiones, presidencias o mandatos a gustado demasiado.
Pues aquí no encontramos ese mismo caso, una sociedad donde los que son llamados bomberos no tienen el trabajo de apagar los incendios sino de provocarlos, mas concretamente su cometido es encontrar y destruir con fuego cualquier libro existente sea de la temática que sea. El protagonista como no podía ser de otra manera es uno de ellos con la dicotomía de ver enfrentadas su creencia con su libertad.
Una película no del todo bien llevaba porque deja excesivos cabos sueltos, cabos que jamas se enlazan con nada y que se quedan ahí, en el aire. Tanto es así que en ocasiones no sabes bien que se pretende expresar, es todo excesivamente ambiguo, innecesariamente oscuro. El personaje principal carece de alma, no lo notas en nada hacer nada, si sabes que siente cosas pero si por un casual la luz se fuera en tu ciudad y dejaras de verla te quedarías exactamente igual. Plana como ella sola, sin interés en nada y centrándose y aun menos cosas. El argumento, admito que se que proviene de un libro del cual no conozco ni su portada, es raro, como si faltaran cosas por contar y que ya da por hecho que debes conocer antes de siquiera sentarte a mirar esto.
En resumen y siendo ya escueto es mediocre tirando a mala de las que no recomendaría pero tardes en las que no sabemos que poner las tenemos todos.
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