«¿Qué vemos cuando miramos al cielo?»; la magia de la vida y la ficción
El pasado año 2021, una de las películas más luminosas del año fue la francesa Al abordaje, de Guillaume Brac. Una obra que capturaba desde el naturalismo las desventuras de unos jóvenes durante un verano y que nos remitía al tono habitual del maestro Eric Rohmer. Una película que sin grandes efectos ni tramas exageradas nos presentaba una cotidianidad y a unos personajes con los que nos gustaría habitar.
Una película que juega con esa luz y esa sencillez llega ahora a los cines españoles en pleno nacimiento del 2022. Tras arder en elogios en el D’A Film Festival de Barcelona y en el festival de Sevilla, ¿Qué vemos cuando miramos al cielo? es un fulgor de luz de la mano de un director al que habrá que seguir la pista a partir de ahora, el georgiano Alexandre Koberidze. En el film, durante un verano en la ciudad de Kutaisi, la estudiante de medicina Lisa y el futbolista Giorgi deciden citarse al día siguiente tras varios encuentros accidentales en la calle del colegio. Pero todo se trastoca en ellos cuando ambos despiertan con un nuevo cuerpo mientras el pueblo se prepara para disfrutar por televisión y en los bares de la Copa del Mundo de fútbol.
En unos tiempos en los que el cinismo, la alarma y el conflicto alimentan todo lo que rodea; Koberidze nos plantea una juguetona fábula que reivindica el poder del cine como capturador del tiempo, de lo intrascendente y de esas mágicas y pequeños detalles que nos perdemos. Un relato calmado que invita al espectador a vivir en esa ciudad con sus protagonistas, con esos niños y niñas que juegan al fútbol y con esos perros que deambulan de un lado a otro del puente. Un filme en el que perderse y desconectar, en el que dejarse llevar por un candor humano y bondadoso que la acerca también al universo de Jacques Tati más que a los parlantes individuos sentimentales y amorosos del cine de Rohmer.