Un día en la vida

Los Beatles plasmaron en su canción A day in the life la impasibilidad moderna, la incapacidad de reaccionar ante las situaciones de la vida, por muy impactantes que sean; supieron reflejar, con ese estilo melódico inconfundible que los ha situado por encima de todos los demás grupos habidos y por haber, que, a pesar de todo, todo sigue, que hay que seguir levantándose cada día y afrontar la jornada.

La canción se publicó en 1967, incluida en el inigualable álbum Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band, en un contexto histórico complicado: la Guerra de Vietnam seguía en pleno apogeo. De esta forma, los de Liverpool, con este himno a la ataraxia, quisieron poner de manifiesto, y lo consiguieron, que nada importa porque mañana será otro día igual, otro día en la vida.

En otra coyuntura, en la década de los 90, cuando todo el mundo debería haber estado satisfecho con la cotidianeidad del paso del tiempo, Kevin Smith concibió Clerks (1994). Con su opera prima, Smith nos cuenta la historia de un dependiente norteamericano que se ve obligado a ir a trabajar en su día libre, nada fuera de lo común.

Pero el destino ha decidido que ese día sea especial, y a Dante, el desdichado y explotado trabajador, le pasa la vida, arrollándole en su discurrir, delante de sus narices sin que él pueda hacer nada, en sus horas laborales.

Parece un planteamiento sencillo, clásico de una obra de teatro -la acción discurre casi por completo dentro de la tienda, llamada Quick Stop, en que trabaja-, y lo es, pero Clerks encierra gran parte de la esencia de dicha década. Cuando todo está previamente estipulado, cuando todas las necesidades básicas están cubiertas, surge la frustración por ver que no se consigue avanzar en la vida.

La insatisfacción con la existencia a la que la vida ha empujado a Dante le hace estar cómodo dentro de su jaula de cristal porque le aterra lo que pueda haber fuera: le da miedo dejar su trabajo, plantar cara a su jefe, decir que no, dejar a su novia… Todas las decisiones que debería tomar él ya están tomadas o las toman otros en su lugar en este extraño día en la vida de este dependiente. Todo pasa ante Dante como si viera su vida detrás de una pantalla de cine: es incapaz de interactuar con su propia existencia.

Clerks logra retratar esa frustración mediante sus agudos diálogos y sus surrealistas y disparatadas situaciones, que destilan un humor negro, oscuro, casi opaco, que deja ver, entre tanta sílaba insatisfecha, la radiografía de los pioneros de toda una generación, que todavía perdura, que nació con las manos atadas y los ojos cerrados porque ya tenía todo lo que podía necesitar.

«La conducta la marca el puesto de trabajo», dice Randal, el despreocupado amigo de Dante, que trabaja, o hace que lo intenta, en un videoclub próximo, mientras escupe a la cara a un cliente que no para de hablar. Ese pequeño gesto de rebeldía contra lo establecido constituye uno de los puntos de inflexión de la película, el otro es el partido de hockey que se disputa en el tejado de la tienda, cuando Dante cierra el establecimiento, durante doce minutos, eso sí, para jugar con sus amigos; constituye una de las muestras de insubordinación que nuestro protagonista acoge con cierto escepticismo. Y ese recelo se debe a la aceptación tácita que el personaje muestra: las circunstancias son las que son, sin más, y cualquier intento por desviarse de la norma es algo perjudicial.

«Yo no tenía que haber venido hoy a trabajar», concluye el protagonista. No tenía que haber ido, y, aun así, va, y ese día se convierte en una especie de big bang para él. Pero en realidad nada ha cambiado, mañana irá a trabajar, como siempre. A pesar de las verdades que han sido dichas, a pesar de las estrambóticas situaciones que han tenido lugar en ese microcosmos que es Quick Stop, a pesar de las revelaciones existenciales de unos camellos -los famosos Jay y Bob el Silencioso-, Dante, y tantos otros como él, irá mañana a la misma hora a trabajar.

Guillermo García Gómez

Guillermo García Gómez ha escrito 47 artículos en Ciempiés.

A %d blogueros les gusta esto: