Plano secuencia


Muchos son los recursos técnicos usados en el cine y que han adquirido un lugar importante en nuestro vocabulario del día a día (difícil es encontrar a la persona que no sepa qué es, por ejemplo, un primer plano). Pues bien, este que nos acontece, el plano secuencia, no es uno de estos conceptos aunque estoy seguro que, con su cada vez mayor presencia tanto en cine como en televisión (cosa que agradecemos), dentro de no mucho tiempo podremos escucharlo nombrar por personas ajenas a las raíces cinematográficas de la palabra. Debido a su importancia en las producciones voy a aventurarme a explicarlo para que lo pueda entender el público general.

Las ficciones audiovisuales suelen estar montadas con distintos planos unidos en posproducción, que pueden estar rodados o bien con varias cámaras o bien con una desde distintos ángulos. Por ejemplo, cada vez que vemos un dialogo entre dos o más personajes en pantalla nos suele mostrar primero uno mientras está hablando y luego salta a otro, dependiendo de la importancia que aporte esa imagen a la historia. Este es el uso más normal que encontramos en la mayoría de las películas, por ejemplo en esta conversación de la película Clerks 2:

 

Fijaos y veréis cómo normalmente, cuando alguien está hablando la cámara lo enfoca a él y deja fuera de plano o le resta importancia al receptor, el cuál aparecerá en pantalla cuando hable tras un salto de una imagen a otra provocado por la unión de dos vídeos distintos. Esto ocurre a lo largo de las películas, no solo para diálogos, sino para cualquier motivo, como, por ejemplo, se aprecia en esta persecución de la película Distrito 13:

Aquí se observa cómo para cada movimiento de David Belle se utilizan multitud de planos a la vez.

 

Pues bien, el plano secuencia es lo contrario a esto, significa que una escena está rodada con una sola cámara que fluye por el escenario en sintonía con los actores. En muchas ocasiones se ha usado para presentar a los personajes al inicio de la películas, como en este que sirve de opening para la película Boogie Nights

 

o introducir acontecimientos, como en este famosísimo y viejuno correspondiente al inicio de Sed de mal

 

o en el no menos admirable de El secreto de sus ojos.

 

Es un recurso muy complicado de llevar a cabo pero cuyo resultado se agradece a la vista, pues nos muestra la escena de forma más natural, lo más parecido posible a como la veríamos si estuviéramos presentes, sin saltos de planos. Su complicación recae en que, a pesar que en ocasiones este plano se realiza simplemente dejando la cámara estática y dejando que sean los personajes los que interactuen en un único plano sin movimiento (como en el caso de la primera escena de 10.000 KM. donde apenas se mueve la cámara mientras los protagonistas actúan durante más de 20 minutos sin descanso), normalmente la cámara se mueve por el escenario siguiendo a actores, o enfocando distintos elementos, lo que conlleva un movimiento continuo que incrementa la posibilidad de error, así como la dificultad que esto crea a los actores, los cuales tienen que interpretar durante periodos de tiempo más largos en los que un error de cualquiera de ellos provoca que tengan que repetir una toma de una duración considerablemente pesada para el trabajo. Este duro trabajo se puede comprobar en el siguiente vídeo donde se muestra cómo se hizo el plano secuencia final de la película La invención de Hugo.

 

Unos pocos se han atrevido a rodar todo un largometraje en un plano secuencia, como son los casos de Hitchcock en La Soga y de Iñárritu en la actual Birdman. Aunque ahora es cuando hay que diferenciar el subtipo del plano secuencia falseado. Esto es un aparente plano secuencia a la vista, pero que en realidad tiene cortes muy bien disimulados. Ambos ejemplos de largometrajes son planos secuencia falseados, en La Soga hay unos pocos parones aprovechando momentos en que la cámara se va a negro tras enfocar a escasa distancia algunos puntos, esto es debido a que las bobinas y cámaras de la época no permitían rodar sin pausas durante tanto tiempo, porque sino estoy seguro que Hitchcock hubiera rodado la obra entera sin parones. En Birdman ocurre lo mismo, se aprovechan los breves planos inanimados para hacer pequeños cortes que no se notan a simple vista, como por ejemplo cuando un personaje anda por un pasillo y la cámara lo sigue por detrás, llega al final y el personaje entra por una puerta pero la cámara se espera un momento enfocando a la pared para seguirlo después. Es en ese momento cuando se produce el disimulado corte.

Algunos dicen que estos falseos no tienen mérito, al igual que los planos secuencia con multitud de efectos digitales, como el apoyado en cromas y efectos especiales de Gravity de Alfonso Cuarón

 

o los usados en películas de animación como la genial persecución que nos muestra Spielberg en Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio. 

En mi opinión, es un error desprestigiar estos planos secuencia por no haber conllevado tanto esfuerzo como los rodados habitualmente sin retoques, pues la belleza de su uso recae en poder ver una escena de la misma forma que vemos nosotros en nuestra vida diaria, y es admirable que el director opte por usar esta técnica en vez del cómodo y común salto de planos.

Empezaba la definición diciendo que es algo que se está normalizando y podemos verlo cada vez más. Esto lo demuestra su perfecto y continuo uso de grandes directores de cine como Alfonso Cuarón (EL SIGUIENTE VÍDEO CONTIENE SPOILERS, NO DEIS AL PLAY SIN ANTES HABER VISTO LA PELÍCULA HIJOS DE LOS HOMBRES)

 

o Martin Scorsese, ambos directores de renombre.

 

Pero además, hemos visto como ha sido introducido su uso en la televisión, como por ejemplo en el plano que nos dejó boquiabiertos de True Detective

 

y hasta en videoclips, como este correspondiente al grupo Los chikos del maíz.

 

 

 

 

J. Justo Moncho

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