«Maggie’s Plan», tremendo bodrio pese a un buen reparto

Nota:

Un triángulo amoroso puede ser muy peligroso y estresante o, en otros casos, muy desmoralizador. Este es el tema principal de la película, un triángulo amoroso basado en sentimientos desmoralizadores que circulan en torno a una figura y hace que las dos restantes empiecen a relacionarse. Esto puede llegar a unas pautas que lleguen a ser tóxicas, ya sea para el beneficio o la destrucción de todas sus partes. Esto y un sinfín de trabas, recovecos e idas y venidas conforman esta película. Además, en todo momento es predecible la situación. Lo único que llegó a sorprenderme un poco fueron los cinco segundos finales.

La película en sí es bastante aburrida, con un guión que es bastante pobre pese a las buenas interpretaciones. La trama está bastante usada, donde la clave de las distintas relaciones que se suceden siempre son los niños, algo que podemos ver en cualquier pareja de la actualidad con problemas en el matrimonio. También el egocentrismo y la ‘burbuja’ que se crea al centrarse solo en el trabajo es un tema que es vital en esta historia y que también se ha usado en varias novelas y telefilmes de la tarde de Antena 3. Y luego está, como yo la llamo, la estrategia del yo-yo o liana, la cual resulta bastante triste y penosa (vean la película para saber de lo que les hablo).

Rebecca Miller (directora de La balada de Jack y RoseLa vida privada de Pippa Lee) propone en esta ocasión una comedia dramática, donde su principal objetivo es centrarse en los sentimientos que se despiertan al conocer a una persona en la que pones todas tus expectativas y confianzas y al final te llevas un batacazo. Además, con la figura de la inocente y, en ocasiones, tonta persona, intenta conseguir la empatía del espectador, sin éxito.

En cuanto al reparto, los principales personajes son lo único que se salva de este bodrio. Greta Gerwing hace un magnífico papel haciendo de esa inexperta madre y también esposa que parece no estar preparada para la sociedad de hoy en día; demasiado inocente para dicha sociedad. Ethan Hawke es el capullo de turno, cuya principal preocupación es el mismo y nada más. Buena interpretación. Julianne Moore es la pata que desequlibra la silla. En primera instancia también es una capulla, pero posteriormente asciende a hipercapulla y metijosa, pues «uno se separa a propósito para dejar de ser familia». Travis Fimmel apenas aparece y pasa desapercibido.

En resumen, una película que no recomendaría por nada del mundo, pues resulta aburrida y para nada puede despertar ningún interés, entretenimiento o identificación con algún personaje. Y si lo haces, pues vaya suerte tienes.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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