«Locas de alegría», la búsqueda de la felicidad a través de la locura

Nota:
Nueva producción de Paolo Virzi basada en la Italia moderna con una lucha entre la alegría y la demencia.

La locura siempre es considerada una virtud en la gente normal para darse aires de distinción y de actos algo fuera de lo común. Sin embargo, la verdadera locura no es una virtud. Nada puede considerarse como tal cuando afecta a tus facultades y nubla tu lógica. Sin embargo, también puede esconder algo de dulzura y felicidad cuando te sientes verdaderamente acompañado.

Nos encontramos ante una situación algo grotesca. Beatrice Valdirana es una interna en un centro de ayuda para las personas psicológicamente inestables con pasados de grandeza. Su mayor deseo es salir de allí y vivir. Entre tanto, una nueva interna, Donatella Morelli, llega al complejo y Beatrice se compadece de ella por sus ansias de volver a ver a su hijo. A partir de ahí, ambas se embarcaran en una serie de aventuras fuera del complejo para encontrar la felicidad en las pequeñas cosas y disfrutar de la vida.

Paolo Virzi nos trae un curioso trabajo. La locura siempre ha estado asociada a maníacos y psicóticos que lo único que buscan es hacer daño. Sin embargo, la amabilidad, la generosidad y la felicidad, tras un telón de locura y ansias de libertad, son las bases de este filme. Es cierto que tampoco se trata de la mejor película de la historia ni mucho menos y que, en muchas ocasiones las escenas de relleno se hacen insoportables, pero sí establece un vínculo con el espectador y despierta esas ganas de volar, de ser libre, de escapar de la rutina y hacer algo verdaderamente ‘loco’.

Valeria Bruni (sí, se trata de la hermana de Carla Bruni) es la actriz principal de esta película que da vida a Beatrice Valdirana, con una notable intervención que no deja lugar a duda su compromiso en esta producción. Valeria realiza una ardua tarea en los cambios de humor, reacciones inesperadas y actos al margen de la legalidad de una forma muy correcta. Su compañera y coprotagonista Micaela Ramazzotti (esposa del director) no llega al punto álgido que alcanza Valeria, es cierto que realiza un papel correcto, pero se queda eclipsada en todo momento. Su trágica historia llega a conmover al espectador, pero también a experimentar rechazo hacia su personaje.

Una película que no se sale de lo normal ni destaca en exceso, pero que nos muestra una forma distinta de ver el mundo y de buscar la felicidad en pequeñas cosas, a la vez que iremos experimentando el proceso inverso de rechazo y cierta repugnancia hacia la historia por su dramatismo y un momento fuerte al final que marca el resto de la trama. Sin embargo, una película muy bien realizada, correcta y entretenida para un domingo por la tarde.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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