«La excepción de la regla»; la hipocresía de Hollywood a través del Howard Hughes de Beatty
Regresa Warren Beatty con La excepción de la regla, posiblemente su película más floja
Hollywood siempre ha sido un tema goloso para los mejores narradores. Sus calles, al igual que sus almas, han sido cautivadoramente descritas por Bukowski, Lynch, Wilder, o más recientemente por Bob-Waksberg y Chazelle, entre miles. Distrito de luces y sueños, pero también sede de una de las industrias más oscuras: el entretenimiento. En La excepción de la regla, Warren Beatty nos vuelve a situar en la ciudad de las estrellas para mostrarnos los entresijos de la industria del cine. Una nueva oportunidad de mostrar historias de sueños rotos. Oportunidad desaprovechada.
La historia nos narra la aventura hollywoodiense de dos emprendedores. Por un lado, Frank comienza a trabajar de chófer para poder estar cerca de un magnate y llevar a cabo un proyecto inmobiliario que tiene en mente. Por otro lado, Marla también ha llegado a la ciudad pero en su caso por un motivo mucho más explotado, pues su objetivo es dedicarse a la interpretación. Ambos comienzan a trabajar para el misterioso Howard Hughes, entablando una relación amistosa que al poco se convertirá en más.
Baile de géneros
La excepción de la regla es una cinta tramposa. En un principio está construida como el típico romance, para dar paso al drama en forma de biopic. Pero todo eso con muchos toques de humor fuera de lugar. Va saltando de género en género con la problemática de que no sabe aterrizar.
Como decía, un romance que rodea levemente la figura e historia de Hughes. Pero pronto -supongo que por ego- Warren Beatty hace su aparición en pantalla interpretando al magnate, y eclipsa por completo la historia de los dos enamorados. Ésta se corta de forma brusca para darle más relevancia a la vida de Hughes. Que, por cierto, es interpretado por una persona 25 años mayor que el millonario por aquel entonces. Pero bueno, es el dire y manda.
El montaje confuso, que inicia acelerado y de forma muy friccionada, provoca que desconecte sin poder evitarlo. A la media hora de metraje me deja de interesar. Es una lástima ya que tiene un formato cincuentero muy conseguido en todos sus aspectos. La música, escenarios, planos, vestuario… hacen que te empapes de la mejor época de Hollywood. No obstante, La excepción de la regla pertenece al siglo XXI, con todos sus defectos.
Una película que nos permite volver a disfrutar de un divertido Beatty pero que como historia no llega a llenar, como biopic no llega a convencer y como romance no llega a enamorar. Demasiado larga pero en ocasiones disfrutable.