«El libro secreto de Henry»; Colin Trevorrow firma una de las peores cintas del año desde un guión que busca abarcar mucho sin ninguna credibilidad
El 2017 nos dejo una película tan mala, que no podía ni entrar en la lista de lo peor de ese año por su calidad
Tras iniciar su carrera con la celebrada comedia indie Seguridad no garantizada y resucitar a los dinosaurios con el supertaquillazo Jurassic World, Colin Trevorrow se queda en un término medio (en niveles de producción) con este melodrama familiar que encuentra su gran deficiencia en un guión que busca abarcar muchos géneros y temas; un libreto que el propio Trevorrow parece tomarse demasiado en serio.
Tras ser despedido como director de la novena entrega de la saga Star Wars, Trevorrow dirigió anteriormente esta cinta de distribución pequeña que se presenta como un melodrama familiar que busca rentabilidad en las fiestas navideñas que se nos aproximan. Pero difícilmente encontrará su lugar al convertirse desde ya en una de las peores cintas del año; todo a causa del libreto de Gregg Hurwitz, que busca abarcar muchos géneros y se desorienta en todos; redondeado por unos giros inverosímiles y subrayados que ponen (muy) a prueba la suspensión de credibilidad del espectador.
El libro de Henry habla de un niño superdotado, de acoso escolar, de abusos a menores y drama médico; para llegar a un thriller inverosímil de una madre buscando cumplir el último objetivo de su hijo; salvar a su adolescente vecina de los abusos del padre. Todo desde un tono que se toma demasiado en serio, que se excede en almíbar y se torna irrisorio cada vez que un forzado giro entra en escena. De todo este desastre sólo parece salvarse el ángel y encanto de Jacob Tremblay y una Naomi Watts algo desorientada y que hace lo que puede dentro del proyecto como madre sacrificada y heroica.
Trevorrow dirige con demasiada seriedad y honestidad un guión desastroso, que busca abarcar muchos temas y apretar poco – algunas ligerezas dramáticas resultan indignantes -; un revoltijo de géneros y de forzada emotividad que es difícil de rescatar con credibilidad. Una de las peores películas del año, que tiene la suerte de una distribución y publicidad mediática mínimas para su estreno en nuestro país.
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