«El rascacielos»; Dwayne Johnson vuelve a su peor versión en este desastroso blockbuster sin alma ni ideas
El ámbito de autoparodia queda descartado y solo vemos acción en lo que podría convertirse en la peor película del año, copiando clichés de otras películas de acción
Dejando a las claras sus creadores la evidente inspiración en clásicos como La jungla de Cristal (sólo hace falta ver su cartel) y El coloso en llamas; una de las figuras más activas y taquilleras del blockbuster reciente, Dwayne “The Rock” Johnson vuelve a ser el gran héroe de acción en este simple y rancio filme que resulta un conjunto sin ideas y sólo un compendio de clichés y copias de películas de acción de los 80 y 90 en las que se inspira.
Tras un accidente por el que perdió su pierna mientras trabajaba de negociador del FBI en el Rescate de Rehenes, Will Sawyer (Dwayne Johnson) se encarga ahora a partir de su empresa de evaluar el nivel de seguridad de los rascacielos. Gracias a un antiguo amigo (Pablo Schreiber), Will será contratado por el multimillonario chino creador del rascacielos La Perla, el más grande y seguro del mundo para evaluarlo ante la inminente inauguración. El problema será que una banda de criminales escandinavos planean boicotear el edificio y su seguridad, teniendo Will que verse forzado a ser héroe para rescatar a su esposa (Neve Campbell, de regreso tras años sin verla) y dos hijos de la destrucción y las llamas y detener a los villanos.
Desde una premisa manida y extremadamente rancia y rutinaria en su desarrollo y dibujo, El rascacielos es un entretenimiento vacío y simplón sin ideas, que amalgama momentos y conceptos de filmes de acción mucho más estimables, desde la ya mencionada La jungla de Cristal, pasando por Máximo riesgo u Operación Dragón e incluyendo además un insultante homenaje a La dama de Shanghai en su tramo final.
La falta de vida y la seriedad con la que se toman este enorme cliché sin remedio, la alzan como una de las peores películas del año que ni siquiera el carisma de Johnson puede salvar, tomándose en exceso en serio su papel de acción y dejando de lado una necesaria autoparodia y humor para aportar al menos un mínimo de encanto y entretenimiento a este multimillonario desastre sin ideas, copiando indiscriminadamente a otros filmes y con unos planos personajes sin interés que sólo puede ser rescatada como filme de acción rancio al que ir sin expectativas, ni exigencias.