«Perturbada (Unsane)»; Soderbergh experimenta sobre el género en este efectista thriller paranoico sobre los acosadores y nuestra era del smartphone
Soderbergh sigue sin retirarse (aunque de vez en cuando siga anunciándolo) y mostrando su hiperactividad habitual entre televisión y cine con este thriller psicológico que juega con los elementos inquietantes habituales del género
Tras su paso por la Berlinale y finalmente lanzada en España directamente en doméstico y VOD por Fox, Unsane es otra inusual experimentación del género y las formas cinematográficas por parte de uno de los directores más libres e interesantes dentro del mainstream USA como es Steven Soderbergh ofreciendo un efectista thriller psicológico rodado íntegramente desde la cámara de un iPhone.
Tras la macarra cara B de Ocean’s Eleven que supuso la discreta aunque muy divertida La suerte de los Logan; Soderbergh sigue sin retirarse (aunque de vez en cuando siga anunciándolo) y mostrando su hiperactividad habitual entre televisión y cine con este thriller psicológico que juega con los elementos inquietantes habituales del género desde la estética que ofrece una cámara de smartphone y desde una visión asfixiante sobre el papel acosador en plena era internet y el vacío e insatisfacción de nuestra época.
Soderbergh ofrece un thriller guiado desde el punto de vista de Sawyer (Claire Foy), una joven que es recluida sin su permiso en un centro psiquiátrico y que vive obsesionada con la continua visión de que un acosador de internet del pasado parece estar en esas instalaciones para evitar que huya y salga de ahí; desde la artesanía y habilidad narrativa habitual de Soderbergh; el cineasta ofrece un thriller angustioso y eficaz que expone temas oscuros sobre la era internet (las redes sociales y los acosadores) y el sistema sanitario y farmacéutico americano (como ya hizo en Contagio y Efectos secundarios) que se pierde quizás en cierto efectismo en su tramo final y unas formas visuales no del todo justificadas.
Sin ser un filme a reseñar como de los mejores de la filmografía de Soderbergh, si merece indudablemente un visionado para continuar disfrutando de la experimentación formal y cinematográfica que Soderbergh continua probando con total libertad dentro de la industria estadounidense, guiado en este caso por una magnífica Claire Foy como sufriente y ambigua víctima del acosador que saca a relucir el vacío de nuestra era, las obsesiones y apatías que nos rodean desde nosotros mismos como individuos.