Festival de San Sebastián 2018 – DÍA 5
Inés María Barrionuevo, Kim Jee-Woon, Koldo Almandoz y Carlos Vermut
Cumplidores como siempre, a las 9 de la mañana llegábamos al Kursaal 2 para dar una oportunidad a Julia y el zorro, una película que compañeros del gremio nos habían recomendado encarecidamente. Ópera prima de la argentina Inés María Barrionuevo, la película retrata la relación rota y enajenada que llevan una madre y su hija de 12 años, que quedan aisladas en un caserío de la región de Córdoba, tiempo después de la muerte del marido y padre de estas. A nivel argumental, he de admitir que me interesaba más bien poco – la cinta pasa por todos y cada uno de los tropos de este tipo de drama rural que tan de moda está en Latinoamérica: degradación física y mental del conjunto, metáforas constantes que la conectan con un cierto relato animal, relaciones románticas y sexuales explícitas y desenamoradas… Nada de nuevo bajo el sol, en casa de María Barrionuevo. A su favor, debemos destacar algunos (aunque pocos) geniales pasajes oníricos, acompañados solo del cuerpo de la actriz Umbra Colombo, con un diseño de sonido absorbente y de lo más raro, casi extraterrestre.
A las 12, café en mano, nos presentábamos con puntualidad militar a los cines Trueba para saludar a Illang: La brigada lobo, adaptación coreana de imagen real del manga homónimo del maestro Mamoru Oshii, dirigida por Kim Jee-Woon y producida por Netflix. La cinta, a pesar de encontrarse en Sección Oficial en competición, no tiene miedo de ser simplemente divertida y organiza una trama de redención de un soldado alrededor del reparto de (si me permitís la expresión) hostias como panes en dos horas maratonianas de tiroteos, combates y emboscadas. Caía, eso también es verdad, en lo que muchas adaptaciones de manga: la super-simplificación de las tramas, que lleva a incoherencias y momentos verdaderamente cursis surgidos de la nada, ante la urgencia de adaptar todo el material original.
Oreina también venía directamente recomendada, esta vez desde los amigos de Caimán. Primer film del vasco Koldo Almandoz, se trata de un slice of life dramático alrededor de un conjunto de personajes enajenados en la periferia de una gran ciudad, en el lindar entre polígonos industriales y naturaleza honda. Cámara en mano, el film de Almandoz tiene algo de realista (el retrato de las miserias cotidianas del joven Khalil) a la vez que un profundo poso trágico (el odio entre hermanos, el amor nunca encontrado), que acerca desesperadamente el amor a la muerte, el eros al thanatos. Pero lo que personalmente más me ha fascinado es la capacidad poética de su discurso, que se abre periódicamente a secuencias completamente vacías de significado, donde los personajes simplemente van en barca por el río y se rodean por la belleza de sus paisajes, con un acompañamiento musical casi de ensueño.
Pero para todos la gran esperada del día era la nueva propuesta del siempre sorprendente Carlos Vermut, Quién te cantará. La película causó auténtico furor en el Festival de Toronto, lo que causó que todos los ojos estuvieran puestos en ella al saberse que estaría en la ciudad donostiarra y que ayer fuera más difícil que nunca entrar en el pase de prensa por la cantidad increíble de gente haciendo cola desde hacía horas. Pues bien, esta historia de fantasmas y dobles (no indagaré más en la trama, pues es de lo más interesante del film) es maravillosa, en todos los sentidos. Más cercana a Diamond Flash que a Magical Girl, más simple en su planteamiento argumental, pero mucho, mucho más fantasmagórica, hipnótica y absolutamente perfecta que todo lo que ha hecho hasta el momento. Mal cuerpo y desconcierto se mezclan en un genial homenaje a la Persona de Bergman, sí, pero Vermut trasciende y lleva esta historia a su terreno, el de un thriller piromusical bañado en sangre, lágrimas y purpurina.
Hoy, Naomi Kawase, Alfonso Cuarón, Gan Bi y muchos más. Seguiremos informando.