«El reino»; Rodrigo Sorogoyen firma el retrato más certero sobre la corrupción y el poder que este país necesitaba

Nota:
Fue indudablemente una de las películas evento del Festival de San Sebastián desde antes de su proyección por la realidad que retrata – el egoísmo amoral que rodea a las élites y organizaciones políticas – sino por su confesa veracidad

Rodrigo Sorogoyen firma en su tercer largometraje el relato más certero sobre la situación política y la corrupción que enmarca al país desde hace tiempo; exponiéndonos a un corrupto político que como un ambigúo antihéroe lidia con la angustia y sensación paranoica de verse amenazado tras ser condenado por corrupción y decidir tirar de la manta.

Fue indudablemente una de las películas evento del Festival de San Sebastián desde antes de su proyección por la realidad que retrata – el egoísmo amoral que rodea a las élites y organizaciones políticas – sino por su confesa veracidad (algunos de los asesores en el guión de Sorogoyen e Isabel Peña son conocidos políticos encausados y detenidos) y con ello la evidente sensación de espejo con temas y casos que se han adueñado de nuestros informativos.

El filme nos presenta a Manuel López-Vidal (soberbio Antonio de la Torre) que forma parte del gobierno de una comunidad autónoma dentro de un grupo y partido político en el que cunde la corrupción y el tomar como sistema los sobresueldos. Un partido y sociedad en la que impera la picaresca y el egoísmo, ofreciendo desde el interior del partido un relato que nos retrotrae más al cine y organizaciones mafiosas más que a la política democrática que sobre el papel debería ser. Tras destaparse su relación con la Operación Amadeus, Manuel hace caso omiso del caer sólo que su partido le marca y roba unos documentos en los que se exponen todas las actividades ilegales y manipuladoras del partido y de muchos poderosos.

A partir de ahí el filme ya no nos suelta, ofreciendo un angustioso y conspiranoico thriller en el que nuestro egoísta antihéroe se siente perseguido por las sombras del poder y de sus antiguos compañeros de partido construido desde un pulso ejemplar y fascinante con el que Sorogoyen confirma lo ya visto en Que Dios nos perdone y que no tiene nada que envidiar a maestros del género actual como Fincher o Villeneuve aunque con la huída angustiante de aires “polanskianos” sobre el protagonista.

Pero Sorogoyen y Peña no se quedan en lo más politico y conspiranoico si no que sabe reflejar una radiografía contundente de la España de esta década (situada argumentalmente haceuna década más o menos), criticando no sólo al sistema político y de las élites económicas sino también la parte de culpa de la ciudadanía de a pie y de los medios de comunicación al en cierta forma permitirlo y mirar hacia otro lado o tomarlo como una amoralidad ya otorgada en la mayoría de nosotros.

Sorogoyen retrata la sociedad podrida y devastada por un egoísmo, falta de ética y ambición de poder que nos rodea y que hemos permitido. Atacando a todos los segmentos y sin buscar moralismos excesivos (aunque su final pueda ser interpretado como ello y como un innecesario resumen de su tesis) de la mano en una soberbia dirección construida en tensos largos planos y un reparto formidable que secundan a un espléndido Antonio de la Torre, destacando de él a una maravillosa Bárbara Lennie y un portentoso Luis Zahera como pez en el agua dentro de la mafia política que maquilla y tapa.

El reino os guste o no es un contundente retrato de la corrupción sistemática del país, un filme relevante que sirve para retratar el sucio sistema político y económico que lleva los hilos del país y que amoralmente deciden salvarse y ganar ellos que a cualquier otro ciudadano o bien social. El filme español más importante del año.

 

Jose Asensio

Jose Asensio ha escrito 532 artículos en Ciempiés.

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