«Land of Mine»; en la guerra no hay victoriosos
Martin Zandvliet ofrece en Land of Mine una puesta en escena sobria, de dura y preciosa fotografía
Nominada al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa por Dinamarca, Land of Mine nos presenta un oscuro y silenciado episodio de la historia danesa que sucedió tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, cunado unos muy jóvenes soldados alemanes se vieron obligados a desactivar y extraer las minas de la costa danesa, exponiéndose directamente a la muerte.
Martin Zandvliet ofrece una puesta en escena sobria, de dura y preciosa fotografía en donde reflexiona sobre la vergüenza que recae de la guerra no sólo al vencido sino también al vencedor, sabiendo transmitir el odio hacia los ocupantes alemanes y con sus excelentes jóvenes actores, la exposición de una juventud obligada a la guerra que no encontró futuro alguno.
Primándose el punto de vista del Sargento danés encargado de vigilar y mandar a los jóvenes soldados en ese proceso de extracción de minas – excelente Roland Moller – y su proceso de empatía con los jóvenes frente a unos mandos militares cegados por el odio de la guerra; Land of Mine no deja de ser algo previsible en su avance narrativo pero indudablemente conmueve y resulta un humanista drama antibelicista de aromas clásicos y que conmueve en su exposición (nada sensacionalista) de estar frente a la muerte.